TPtues a mí sí, a mí me ha gustado. Como ciudadana y como mujer, me ha gustado ver la espléndida sonrisa de la ministra extremeña. Modelo físico y estético por un día; ético cada día, cada hora, cada minuto, eso es exigible. ¿Por qué habrá soliviantado los ánimos ver a esas estupendas mujeres? ¿No estamos hartos de contemplar una pasarela cada semana en la Asamblea de Extremadura? No hace mucho despertaban interés los ojos de Rodolfo Orantos. No sabíamos si la corbata iba a juego con los ojos, o los ojos con la corbata, pero allí estaba cada jueves con un par de lentillas distintas. También se esperaba expectante el conjunto de Cristina Herrera o de María José González del Valle. ¿Quién irá hoy color caza? Y nos sorprendía Francisco Castañares, siempre tan elegante como galán puro extremeño. Teresa Rejas decidió abandonar por una temporada sus vaqueros. Optó por el traje sastre con detalles muy particulares y festivaleros. Y así subía a la presidencia.

Cada escaño tenía su estilo, su color, sus volantes y sus flecos. No sólo diferenciaba el color político el periódico que había en cada asiento, sino las telas, los encajes y los puntos. Dentro de nada, Extremadura comerá los panes de san Rodolfo, y, si no, tiempo al tiempo. El caso es que me gusta la sonrisa de la ministra extremeña.

*Periodista