WLwa ONU acaba de hacer público su informe anual sobre el sida, en el que queda claro que la epidemia no se detiene. Los afectados son ya unos 38 millones de personas, y casi seis millones de ellas se contagiaron en los dos últimos años, desde que Barcelona acogiese la última Conferencia Internacional del Sida. A partir de hoy es el turno de Bangkok, con el lema de acceso para todos. A diferencia de los primeros encuentros, ya se dispone de medios para detener el avance de la enfermedad, pero no para hacerlos llegar a los millones de enfermos del Tercer Mundo, o para crear las infraestructuras sociales y sanitarias sin las que no es posible ninguna terapia efectiva.

La conferencia se celebra en Asia, donde la posibilidad de la expansión del sida en gigantes demográficos como India y China es inquietante. Pero no se debe olvidar que en los países desarrollados, también en España, la tendencia al descenso de la propagación del sida ha cambiado de signo. Encuentros como el que empieza hoy son capaces de movilizar a miles de expertos y activistas, con un presupuesto millonario. Esperemos que también sirvan para que se haga realidad el fondo global contra el sida que la ONU intenta reunir sin demasiado éxito.