TMte parece mentira que cuando faltan tres semanas para las elecciones municipales y autonómicas, todavía no hayamos entrado de verdad en el debate sobre los problemas de nuestros municipios y comunidades autónomas y sobre las cuestiones que son de su competencia. Siento verdadero asco ante los abusos infinitos de quienes secuestran el debate político, municipal y regional bajo la losa de esos falsos debates en torno a Batasuna y otros temas conexos, como es la restricción de derechos de voto activo y pasivo a tantísima gente bajo la presión de unos y la cobardía de otros. Aquí nadie tiene derecho de restringir y menos quienes deberían aplicarse a sí mismos los argumentos que con tanta alegría manejan sobre pretendidos apoyos al terrorismo. Mañana nos arrepentiremos por haber sucumbido a las tretas y a las campañas de los restrictores y lamentaremos no haber sido más exigentes con la legalidad y los principios de la democracia. Siento verdadero asco por todo lo que está ocurriendo y por el comportamiento de toda la clase política, aunque no a partes iguales.

Aquí parece que solamente importan los intereses electoralistas de cada cual y no el conocimiento de cuáles son los deseos del conjunto de la sociedad española. Con el último lance marbellí, lo de Isabel Pantoja , se habla unas horas de temas de importancia, como la corrupción urbanística en los niveles municipal y autonómico. Pero un ratito después, vuelta con Batasuna, ANV y --Dios sea loado-- con la exhumación de las víctimas del 11-M por si entre sus huesos se coló no sé qué explosivo. Este país va camino de la impresentabilidad, por la procacidad política de unos y por la irresponsable indulgencia de otros. El expresidente Aznar acaba de decir unas cosas imposibles sobre las campañas de la Dirección General de Tráfico y aquí nadie se ha echado a la calle para manifestar infinitas indignaciones. ¿Se imaginan una vez más si eso lo hubiera dicho un socialista? Esta crispación, esta locura sólo tendría un remedio: la severa derrota electoral de quienes ustedes saben.

*Periodista