Médico

Nuestros investigadores del sueño piensan que la siesta es un peligro, que algo anormal sucede al organismo cuando a medio día éste necesita un descanso.

Estoy de acuerdo en parte, ya que si la persona duerme mal de noche, lógicamente necesitará un descanso a lo largo del día; pero, ¿qué tiene esto que ver con la siesta? La hora sexta de los romanos, de los cuales parece que algo hemos heredado, coincide con las doce del mediodía; hora hoy en día algo distorsionada por aquello de los cambios horarios.

Curiosamente Freud, el estudioso de los sueños nocturnos, no habla nada de los sueños de la siesta. Seguramente por desconocimiento de los placeres de ésta.

Mi abuelo materno se levantaba a las cinco de la mañana, e incluso antes para atender sus obligaciones, dormitaba antes de comer. Comida obligada para todos los de la casa cuando el reloj daba la una del mediodía. Tras ésta, era igualmente forzoso para todos el descanso, aunque a veces los mas jóvenes de la casa violaban la norma, a la vez que sobre sus traseros se señalaban las zapatillas. Tras escuchar el parte , a la cama.

Es patente que los modos de vida en nuestras ciudades y pueblos han cambiado respecto a hace algunos años. Valga como ejemplo: apretados horarios laborales, cambios en los horarios de las comidas, la televisión nocturna y el disponer de aire acondicionado en épocas calurosas.

A pesar de ello, la siesta sigue teniendo adeptos, hasta tal punto que países no latinos la recomiendan, caso de Alemania, Japón, con vistas a evitar accidentes laborales, o China (xiu-xi), que la considera un derecho constitucional.

No es extraño que nuestros vecinos portugueses, por razón de raza, hayan creado la "Asociación de Amigos de la Siesta".

Hasta nuestro hijo predilecto, Javi Sánchez, allá por tierras de Castellón, echa de menos la "siestecita", ¡claro que es aquí de toda la vida!

Como don Quijote le decía a Sancho: "Soy de aquellos caballeros que toman siempre el reposar la siesta antes de los peligros", "no como tú, que naciste para dormir".

Que los peligros de la siesta larga o la siesta vinatera siempre fueron conocidos: las malas pulgas del despertar, el dolor de cabeza o la sequedad de boca.

Sin duda, ninguno de los peligros es subsidiario de la UCI, es más, en un mundo tan acelerado como éste, puede ser profiláctica, y por tanto se puede decir que a pequeñas dosis es de obligada prescripción facultativa.

¡Tranquilos, no hay peligro por la siesta, ni la siesta está en peligro!