TCtomo joven y cacereño, ha sido un duro golpe saber que la segunda edición del Festival de Música Internacional de Cáceres, Play!, no se va a realizar. Creo que la carta de presentación que se está llevando a la Capitalidad Europea no es buena. Frente a otras candidaturas como la de Córdoba o la de Burgos, nuestra candidatura se aleja a un ritmo preocupante. Tras el vistoso fracaso del Festival del Oeste, cuyas pérdidas han sido más que notables, convendría hacer algo para salvar el Play!, ya sea reestructurando los conciertos, o bajando los cachés de los artistas. El Play!, era una garantía de éxito, ya sea por las ganancias generadas en los negocios de la zona, por el turismo o por los empleos creados en la organización. En la edición anterior, hubo 129.000 espectadores que se sentían orgullosos de ver cómo su ciudad organizaba actividades para ellos. La ciudad se muere. Primero fue el Extremúsika que atrajo a gente de todas las zonas de España e incluso fuera de las fronteras. La supresión del Play!, supondría ver cómo los festivales y las actividades de la juventud cada vez son menos, yendo hacia un camino de despreocupación hacia los ciudadanos. Los hosteleros de la zona verán cómo, después de un pésimo año, las ganancias serán mucho menores, por lo que a algunos no les quedará más remedio que cerrar o despedir a más gente. Creo y confío en que, viendo las repercusiones que está teniendo la decisión tomada, se rectifique, se reestructuren los conciertos o que acorte el tiempo del festival, pero en ningún caso la solución es cortar de raíz uno de los pocos festivales que atraen tanto a jóvenes como a mayores, y que dan una imagen que es digna de competir por la candidatura de Capital Europea de la Cultura en 2016.

Alvaro Blanco Martínez **

Cáceres