El pasado 5 de julio se cumplió un largo y angustioso año desde que Manuela Chavero, de 42 años, desapareciera de su domicilio de Monesterio en extrañas circunstancias, sin que hasta el momento se conozca nada sobre la suerte que haya podido correr. Ayer sábado, a petición de la familia, el ayuntamiento volvió a convocar a sus vecinos en la Plaza del pueblo; enclave emblemático y escenario de múltiples concentraciones de solidaridad con las que mantener la esperanza de un pronto reencuentro. Los familiares volvieron a sentir el cariño de la ciudadanía y el de las instituciones, dada la presencia de representantes políticos, entre otros el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara.

La desaparición de Manuela Chavero se une a la de Francisca Cadenas en Hornachos de hace dos meses, cuyos vecinos también se han manifestado en Badajoz esta semana ante la Delegación del Gobierno en Extremadura solicitando la intervención de la UCO. Es evidente la presión que se ejerce sobre las fuerzas de seguridad con estos actos, pero el suceso no debe caer en el olvido e incidir en la investigación para descubrir qué ha pasado en ambos casos. La familia, los vecinos, lo necesitan.