TSteñor presidente de la Junta:

Esta semana tuve la oportunidad de verle en una de las tareas públicas en las que se le nota más a gusto y potente como persona. Ya sabemos todos que las obligaciones del cargo le obligan, señor presidente, a comparecer en mil y un acontecimientos que tienen lugar en nuestra región o fuera de ella. Todo eso al margen de las comparecencias en la Asamblea y los protocolos diarios de entrevistas, recepciones y otro tipo de encuentros. Es una vida dura la del presidente de la Junta aunque, al parecer y decir de los que están más en su entorno, para el animal político en que usted se ha convertido, esto no es ná .

Volviendo al principio de la carta, admirado presidente, quería expresar públicamente hoy mis percepciones sobre usted en el acto de inauguración de la nueva sede de la asociación síndrome de Down regional que, gracias a la Caja de Extremadura y las inversiones de su obra social que preside Jesús Medina , acogerá a las familias con personas con síndrome de Down.

Creo que el jueves por la tarde usted dejó de sentirse presidente de la Junta, así lo vi yo y otra mucha gente, para ser uno más de aquella multitud de personas, muchas con síndrome de Down, que le trataban como uno más y usted a ellos, igualmente. Después se sentó en la mesa presidencial, pero no en el lugar que corresponde al presidente de la comunidad. Ese lugar lo ocupaba don Amador Ladera , ujier de la Asamblea de Extremadura, persona con síndrome de Down, ejemplo claro de la integración que pregona su gobierno y que ahora mismo está en las mejores manos posibles, las de la consejera Leonor Flores , que paseaba también por la casa, como una más de la familia, prueba clara de su presencia diaria entre los colectivos a los que dirige su gestión. Esta región que usted gobierna, señor presidente, está tomando liderazgos en las cuestiones más importantes para las personas. Los equipamientos sociales para quienes han sido menos favorecidos en la vida ponen a prueba la sensibilidad de los gobiernos y el suyo ha superado hace tiempo todas las pruebas. El problema que sufren las familias extremeñas con algún miembro afectado por deficiencias de cualquier orden ha sido durante años, su problema . Cuando se daba en grupos familiares económicamente débiles, el problema era un enorme problema. Usted ha marcado desde el principio políticas que liberaban un poco de su problema a las familias convirtiéndolo en problema de la comunidad y a resolverlo ha empleado, en mi opinión, sus mayores esfuerzos. Esta semana hemos tenido otra prueba con la puesta en valor de la antigua Casa la Madre de Mérida por la Caja de Extremadura, cuyas políticas sociales han vuelto a coincidir con las líneas marcadas por su gobierno. Con mi admiración, atentamente,

*Periodista