Consejera de

Bienestar Social

Hoy es, de nuevo, un día que no puede pasar inadvertido para los ciudadanos de Extremadura. Hoy es un día en el que todos y todas debemos sentirnos especialmente bien, porque es un día en el que se reconocen capacidades y se abren las puertas a la participación. Hoy, en definitiva, es un día en el que abrimos nuestras ventanas de par en par para proclamar la importancia que tienen para nosotros las personas con discapacidad, esa parte inseparable e irrenunciable de nuestra identidad, esa parte que tantas y tantas veces nos ha hecho sentirnos orgullosos de nuestra tierra.

Hoy debemos evaluar nuestro compromiso con la discapacidad, nuestras acciones dirigidas a crear una sociedad sin barreras, una sociedad tolerante y comprometida, que entiende que el ritmo del desarrollo deberá estar condicionado a que todos avancemos juntos, y que no valora ese avance cuando se quedan excluidas personas que por sus discapacidades necesitan del apoyo del resto de compañeros de viaje.

Hoy no es ese día que se pierde en el calendario de celebraciones. Tampoco es un día para el lamento de posibilidades perdidas o de momentos esperados. No queremos que sea un día gris y mortecino que nos haga pensar, cabizbajos, qué hubiera sido de nuestros hijos, familiares o amigos discapacitados en otras circunstancias.

Un día en el que no seamos capaces de percibir los sentimientos positivos que desprenden las personas con parálisis cerebral, o las personas con síndrome de Down, o las personas con discapacidad sensorial. Un día en el que la tristeza de nuestra ignorancia no nos deje ver mas allá de nuestras narices.

Nuestra actitud y convencimiento son fundamentales para posibilitar la plena integración, la normalización y el reconocimiento del trabajo bien hecho, sin que la discapacidad sea un justificante que relaje nuestro nivel de exigencia ante un producto o una acción determinada.

Cuando seamos capaces de valorar el esfuerzo de una acción, sin tener en cuenta quién lo desarrolló, y de aportar medidas que permitan a las personas con discapacidad, en igualdad de condiciones desempeñar el papel que por justicia les corresponde, sin que esto suponga un esfuerzo extraordinario, les garantizo que es posible, y que así, además, sea entendido por todos, será justo el momento en que habremos consolidado la identidad que perseguimos los que entendemos que nuestra sociedad debe vertebrarse en unos cimientos sólidos formados por todos sus ciudadanos sin excepción.

Por lo tanto hoy queremos que sea un día de fiesta y de alegría, de compromiso con las personas con discapacidad y de compromiso de las personas con discapacidad, donde quede claro que el esfuerzo positivo de ambos nos permitirá acercarnos con paso firme a las metas marcadas. Un día en el que la suma de potencialidades dé como resultado una fuerza dinámica y arrolladora que defina a nuestra sociedad como diferente, pero no por elementos geográficos que pueden llevarnos a la xenofobia, sino por solidaria y comprometida, por sensibilizada e integradora.