Escritor

En un horroroso libelo del ínclito Monago, titulado "Que se nos cae el sombrajo", parece un anticipo del sombrajo que se les va a caer encima. Me recuerda ese título lo que George Bush le dijo a su hermano Jeb con anterioridad a las elecciones presidenciales: "Que se nos cae el sombrajo, Jeb", y es cierto que no se les cayó encima, y que se nos cayó encima a los demás, pero pasado el tiempo los agradecimientos llevan en sangre algunos nombres ilustres del acerbo cinematográfico americano que han hecho decir a los Bush una frase lapidaria: "Si no hubiera sido por su apoyo activo, es justo decir que mi hermano no sería presidente de los Estados Unidos".

Quien dice esto es Jeb, y lo dice refiriéndose al lobby de las armas, ¡toma castaña! No es que ayudaran a Bush las hermanas oblatas de Teja, sino el lobby de las armas, presidido por el anciano Charlton Heston, que blandiendo un rifle se ha despedido diciendo: "El sonido de las armas es el sonido de la libertad", a la que se ha sumado nuestro Aznar sin pudor, ni remordimiento de conciencia de su esposa, según parece por lo que han declarado con respecto a Irak, donde las armas se han llevado por delante a dos periodistas españoles al grito de viva la libertad.

El mundo invertido nos lleva al sombrajo de Monago, ahora que la tasa de desempleo crece en toda España y no sólo en Extremadura, que es donde más se regodea el articulista, con un aumento de 64.500 personas, que suben al 11,7% la tasa, que no sé si a Monago eso le divierte también, con los lunares comunes de la vida española, donde los sindicatos piden más inspectores a Zaplana, en lugar de pedir más empresarios para poder después pagar los sueldos de los inspectores.

Pero el futuro está en las balas de Jeb Bush, que en su estado de Florida murieron 557 personas de bala en el año 2002, más que juntando los muertos del Reino Unido, Canadá y Japón juntos. En España va la cosa también en aumento. Menos mal que Ibarra, según nos dicen, hace magníficos diagnósticos. Ya sólo falta que algún día llegue a presidente del Gobierno. Qué horrible inmadurez.