La cola de la manifestación llegó a todas las ondas. Iñaki Gabilondo (SER) glosó su espíritu diciendo: "Antes hablábamos de gobiernos, partidos y reuniones. Hasta el sábado, la gente era un sordo y lejano rumor. Pero de pronto ha aparecido un interlocutor de primer nivel, la opinión pública mundial". Puso épica de trabalenguas Javier Tusell: "Nunca tantos han coincidido tanto tan en contra". Añadió pragmatismo Miguel Angel Fernández Ordóñez: "Entre inspectores y manifestantes han puesto a Francia en la centralidad. Su propuesta mesurada y de multilateralidad ante el Consejo de Seguridad, que no excluye la fuerza sino que avisa de que aplicarla ahora sería un desastre, merece el aplauso". La reflexión fue de Ramón Vargas-Machuca: "¿Cómo se administra el éxito de una manifestación tan heterogénea?"

Tras múltiples entrevistas, Gabilondo distinguió entre informar de e informar durante. Volvieron los comentaristas. Fernández Ordóñez, contundente: "Cuando cuatro millones de españoles están en la calle manifestándose, TVE no da ni un minuto. Si como dice su propaganda, detrás de cada noticia hay un periodista de TVE, ¿a cuántos necesita para cubrir esa noticia?" Tusell amenazó: "Es intolerable y un insulto a los ciudadanos. Gran parte de mi voto para las próximas elecciones, que por supuesto no está decidido, irá para quien yo confíe en que va a cambiar las televisiones públicas". Otro voto perdido, según Vargas-Machuca: "Te vas a abstener".

El lejano y sordo rumor no llegó a TVE. Como el chapapote.