WDwurante el pasado mes de febrero se han matriculado 120.000 vehículos nuevos en España. Más de la mitad los han comprado particulares, y el resto son la sustitución de los coches de empresa para los empleados --sean directivos o comerciales-- y la habitual renovación del parque de coches de alquiler. Con todo, el dato es significativo porque hacía muchos años que en febrero no se registraba una cifra tan alta, lo que viene a confirmar que la fiebre consumista que ha protagonizado, junto con la construcción, la evolución positiva de la economía española durante los últimos años, se ha prolongado al menos hasta el mes pasado.

Con los tipos de interés bajos, las atrevidas promociones de ventas que hacen los concesionarios de las principales marcas de coches y la prórroga de la bonanza económica española gracias a los descuentos fiscales se ha llegado al buen dato de las matriculaciones del mes de febrero. Aunque esta cifra solamente mide el bienestar aparente de los ciudadanos, es una ocasión para recordar que la mayoría de esos vehículos --o al menos buena parte de sus componentes-- se han fabricado en territorio español. Los sindicatos que reivindican nuestra competitividad tienen razón.