En esta nuestra región, el mucho tiempo transcurrido desde las primeras elecciones en la recién estrenada democracia, la evolución de la sociedad en el ritmo y forma de vivir ha sido positivo, no el sentido común de muchos, que están demostrando no tener arreglo al votar hasta en cuatro legislatura el mismo personaje, cuando en la primera ya se comprobó, que a pesar de la ingente cantidad de millones gastados seguían las mismas necesidades, o elegir otra vez el mismo que echaron por su mala gestión en su anterior mandato. Sería un beneficio para el futuro regional, un riguroso estudio de estos comportamientos, para intentar comprender esta absurdez y enmendarlo en lo posible.

Extremadura se merece mejor suerte, demasiados años de calvario por no saber encontrar la persona adecuada.

En lo nacional, la falta de experiencia electoral, y el total desconocimiento de los que escogían la política por vocación o forma de vida, el voto fue casi a ciegas, no había base para valorar la capacidad y honradez de los entusiastas patriotas que se iban a sacrificar por el bien común, aún no estaba sembrada la semilla de la corrupción que infectaría a la mayoría. Pero en la actualidad, asqueados y hartos de sufrir el nauseabundo hedor del estercolero político, votar a los que están salpicados incluso rebozados de excrementos, solo puede hacerlo el que saca provecho o no ha madurado, se tiene que ser muy pero que muy lelo, dar el sí y la confianza para que guie y cuide tu futuro al que te está robando.