Días atrás tuve la oportunidad de reencontrarme con un agricultor de uno de los pueblos de la sierra de Las Villuercas, donde todavía se mantiene intacto el espíritu vocacional que siempre caracterizó a las gentes de este territorio, y que a pesar de lo difícil que resulta el vivir del campo --sobre todo por la globalización de los mercados y por las imposiciones administrativas derivadas de las políticas europeas-- permanece apegado al terruño y con una notable ilusión de futuro.

Al preguntarle sobre la última campaña de uno de los productos cultivados en la zona, José María , que así se llama, me respondió que había sido catastrófica porque habían recibido el ataque de una plaga muy dañina, que respondía al nombre de marroquíes . Realmente uno se pregunta si los objetivos de la PAC, entre ellos el de regular precios y mercados y el de establecer aranceles a los productos que entran de fuera de la Unión Europea, se cumplen realmente, o solo a medias. Si estamos ayudando realmente a las personas que se mantienen, a veces con mucho esfuerzo, en la actividad agraria o por el contrario estamos fomentando las grandes compañías o cadenas de producción que son las que al final mandan en todo esto, y a la que les importa un bledo si en una determinada zona geográfica se mantiene o se deja de mantener una actividad tradicional, sostenible y necesaria para que algunos pueblos no sufran las consecuencias del despoblamiento.

Desconozco en profundidad las reglas del juego, pero intuyo que nos estamos cargando la agricultura de montaña, los usos tradicionales de esta, su labor de conservación y su cultura de saber. No podemos estar pregonando por un lado que tenemos que preservar la biodiversidad, y por el otro hacerles la puñeta, a veces de manera directa, a los principales ecologistas que desde siempre han poblado estas tierras, llámense cabreros, pastores, agricultores u hortelanos. Ellos son quienes sufren como nadie las consecuencias de esta vorágine que parece haberse originado en los mercados agrarios.

*Técnico en Desarrollo Rural