Ahora nos toca a nosotros, ahora nos toca elegir quién queremos que lleve el timón de este barco; si como se dice actualmente en los colegios progresamos adecuadamente o si nos agarramos al necesita mejorar . Y creo que todos deberíamos tener bien claro la importancia que el acontecimiento en sí encierra. ¿Cuántas veces hemos podido ejercer nuestro derecho al voto?, muchas efectivamente, pero muy pocas si nos comparamos con otras democracias mundiales. Sé que hay gente a la que el hecho de ser nombrado para formar parte de una mesa electoral le produce malestar, o cabreo, o mala leche hablando en plata, pero sinceramente creo que no nos paramos suficientemente a analizar la situación; ¿cuántas personas hay en el mundo a las que se les caerían las lágrimas por el simple hecho de ver una urna electoral y poder hacer uso de ella?, ¿a cuántas personas en el mundo no se les puede caer ninguna lágrima porque dejaron su vida para que otros pudiesen tener el derecho de meter el sobrecito en la cajita? Yo voy a estar voluntariamente en una mesa, y no creo que por ello sea ni mejor ni peor que los que van a asistir a la misma representando a otras formaciones políticas, ni tampoco que sea ni mejor ni peor ciudadano que aquellos que piensen que es el peor castigo que les pudiera caer un domingo, simplemente creo que tanto ellos como yo, somos unos privilegiados por poder hacerlo y que todo aquel que ejerce su derecho al voto es igual de privilegiado, vote a quien vote y lo haga después de salir de misa, cuando venga de hacer footing o cuando se recoja para casa con el nivel de güisquis hasta el final de la varilla; sólo que tal vez no somos conscientes de la grandeza del acontecimiento en sí, pues considero que eso que muchos dicen de "¿p´aqué, si al final oyes las noticias y ganan t´os?" es verdad, sólo que no es que ganen t´os, si no que ganamos todos, y joer...que es un momento.

Ricardo Hernández Martín **

Cáceres