WBwasta con plantarse cualquier tarde ante el televisor para comprobar que la telebasura está lejos de ser erradicada de las programaciones de algunas cadenas. El acuerdo firmado el 9 de diciembre del 2004 por cuatro de ellas --Antena 3, Tele 5, Canal+ y TVE-- y el Gobierno fue un buen punto de arranque para poner coto a un problema que habían denunciado insistentemente organizaciones de padres y asociaciones dedicadas a la infancia. Era intolerable que en horario infantil hubiera programas que banalizaran la violencia --incluida la doméstica--, recurrieran a un lenguaje soez o dieran una burda versión de las relaciones sexuales.

Pero, cinco meses después, no cabe otra cosa que reconocer que el intento, basado en la autorregulación por parte de las televisiones, ha sido un fracaso. Así lo denunciaron el viernes las organizaciones de infancia y de consumidores, que consideraron que el esfuerzo de las cadenas había sido "insuficiente". Factores comerciales, la presión por ganar en índices de audiencia y la ligereza de algunos profesionales del medio --muchos de ellos encaramados al pedestal de la fama-- han contribuido a que se mantengan unos contenidos totalmente inadecuados en horario infantil.