LOS PELIGROS DE LAS

ROTONDAS

Conducir en Cáceres es difícil en el día a día, pero además ahora se ha convertido en muy peligroso. Me refiero a cuando entras con el coche o la moto en una rotonda, en cualquiera de las que por decenas hay en la capital. Para una gran mayoría, las rotondas hay que tomarlas en línea casi recta, no haciendo el giro por el carril de la derecha para luego salir de la misma por la travesía que desees. De esta forma los sustos (y bastantes accidentes diarios) son continuos, porque todo el mundo se cree con derecho a salir de la rotonda el primero sin tener en cuenta si tienes o no un vehículo a tu derecha que no va a hacerlo. Yo sé que concienciar a la gente es bastante difícil y seguro que sólo los que en alguna ocasión han tenido un percance transitan con precaución y se rigen por lo que dicta el Código de Circulación. La solución a estos problemas, si se me permite, es sencilla: como la mayoría entra en la rotonda muy rápido, coloquénse a la entrada de las mismas unas bandas reductoras (los guardias tumbaos ), con lo que al aminorarse la velocidad evitas el peligro de los choques y los cruces de carril indeseados.

JOSE FELIX LEAL. Cáceres