XPxróximamente nacerá la nueva televisión regional, que lleva un largo camino de debate con más sombras que luces, en el que han primado más intereses partidistas que el interés general de los ciudadanos extremeños.

La mayoría de nosotros deseamos tener una televisión regional, ostentada en nuestros derechos constitucionales de información y de participación, que nos sirva de encuentro entre los distintos pueblos, para ensalzar nuestro patrimonio histórico y cultural y dar un mayor conocimiento de nuestro pasado y de nuestra realidad al resto de pueblos y comunidades; sólo estos motivos deberían ser suficiente para que nuestros representantes políticos, elegidos por nosotros para estar a nuestro servicio y para atender a nuestras necesidades, debaten, dialoguen y lleguen a un consenso en el tema de la televisión regional.

Por supuesto, que todos deseamos que nuestra televisión regional sea un ejemplo de transparencia y pluralismo, de profesionalidad y buena gestión, ¿quién no?, y que esté al servicio de la comunidad extremeña y no al servicio de la política y estamos convencidos de que ello será así.

En estos momentos, me gustaría hacer una pequeña reflexión sobre la necesidad de la televisión regional esté al servicio de todos los extremeños, incluidos la comunidad sorda y las personas mayores que presentan problemas de deficiencia auditiva en un número que ronda las 22.000 personas en Extremadura. Estas personas presentan unas necesidades específicas que si no son atendidas se les privará de su condición de ciudadanos titulares de derechos básicos consagrados en nuestra Constitución.

Primero: El derecho a la igualdad de oportunidades que sea real y efectivo, y que posibilite la participación de todos los ciudadanos en la vida cultural y social.

Segundo: El derecho a la información veraz dado por cualquier medio de difusión está garantizado para todos los grupos sociales, (incluidos las personas sordas y las deficientes auditivas).

Estamos por tanto, ante una oportunidad única e histórica que requiere un gran ejercicio de responsabilidad por parte de nuestros políticos para que la televisión regional sea una realidad para todos los extremeños y accesible para la comunidad sorda y las personas con deficiencia auditiva; la no accesibilidad de dicho colectivo a la televisión regional sería sin duda una forma sutil pero muy eficaz de discriminación, de discriminación indirecta en este caso, pues genera una desventaja cierta a las personas con discapacidad auditiva en relación con aquellas que no lo son.

Desde la Federación Extremeña de Deficientes Auditivos, Fedapas, abogamos por la necesidad de eliminar de nuestra sociedad todas aquellas barreras, las arquitectónicas y las de comunicación, que impiden la plena integración social de las personas con discapacidad; barreras de comunicación que son más difíciles de sensibilizar y de eliminar al ser invisibles por lo que necesitaremos una nueva estrategia y un nuevo concepto de accesibilidad universal que implique que todos los servicios y bienes (como los medios audio-visuales: televisión regional) sean comprensibles y utilizables por todos mediante un diseño para todos.

Este diseño para todos es lo que aspiramos para nuestra televisión regional, para la comunidad sorda y las personas deficientes auditivas y se concreta en la necesidad de incorporar la lengua de signos en su programación mediante la figura del intérprete y la adaptabilidad del subtitulado de texto.

*Presidente de la Federación Extremadura de Deficientes Auditivos