Contra las tempestades

Señores presidentes de los Tribunales de Calificación de ordenanzas, subalternos.

Qué difícil es luchar contra vuestras tempestades. Hemos luchado tres, cuatro, cinco años intentando ser unos trabajadores cualificados para poder optar a una plaza en nuestras categorías respectivas, y les garantizamos que estamos sobradamente preparados para trabajar en aquello que realmente es importante para desarrollar nuestro trabajo en la Administración autonómica de Extremadura, pero ustedes se han empeñado en que esto no sea así.

Ustedes no han sido objetivos a la hora de redactar algunas de las preguntas que se han realizado en los exámenes. ¿Qué interés tiene un ordenanza o subalterno en saber quién inventó la fotocopiadora?, o ¿qué planta deberá plantarse a la sombra de un árbol? Creen ustedes que es importante para nuestro trabajo saber la composición del tóner ¿acaso somos químicos? ¿Realmente está más cualificado el que conoce estas respuestas que el que atiende al público correctamente y le informa de sus derechos? ¿Por qué tenemos que saber en qué calle de Mérida, Badajoz, Cáceres, Fregenal de la Sierra, etcétera, se encuentra un centro autonómico? ¿Qué clase de información estamos dando al público? ¿Podemos enviar desde Jaraíz de la Vera a un ciudadano a Mérida indicándole la dirección, o es más importante indicarle la consejería a la que pertenece, y los servicios que presta la misma?

Les invito a que antes de hacer algunas preguntas se lean ustedes el V Convenio Colectivo para el Personal Laboral al Servicio de la Junta, en el cual solamente exige al ordenanza el riego de superficies ajardinadas que no superen los 300 metros cuadrados ¿qué tiene esto que ver con la clase de abonos que necesita una planta?

Sinceramente, la mayoría de nosotros sin saber las respuestas de esas preguntas, estamos bien preparados para desarrollar nuestro trabajo, ¿lo están ustedes para cualificarnos?

Carmelo Alonso Blasco **

Cáceres