Porque nosotros no, «mitinera» frase, atrevida y prometedora del señor Vara, equivale, sí lo hacen los demás..., pero no, y lo tienen muy fácil, ni siquiera las lumbreras de la Junta tienen que exprimir sus talentosas cajas pensantes, copiar, imitar lo que hacen pequeñas empresas de otras regiones con nuestros productos, y hacerlo aquí. Fácil. Ninguna región desarrollada empezó a lo grande.

Malestar, estupor, sentimientos no muy gratos al leer más declaraciones satisfactorias de nuestro presidente: «Extremadura es tierra de oportunidades, le irá bien en el futuro, se ha trabajado mucho, tras la crisis, la región vive ahora un escenario completamente distinto», y la siguiente página, otros 7.000 jóvenes se fueron el año pasado, igual al anterior, y el otro y ..., de seguir así, la escasez de potencial humano hará inviable los sueños de grandes proyectos, si ocurriera el milagro de hacerse realidad las fantasías de fabulosas inversiones. Ironías del destino o ceguera de los responsables.

El pueblo extremeño, sufridor de la inoperancia de sus mandatarios con heroico amor a su patria chica, paciencia, sacrificio, sortear los contratiempos, resignación a la vista de un incierto futuro, tendría de levantar la voz y criticar a la Junta su crónica espera de un «maná» y al presidente exigirle el cumplimiento de sus palabras, porque nosotros no.

No nos merecemos la opinión negativa que el resto de españoles tienen de nosotros. Nuestra única culpa es poco cuidado y aún menos vista al escoger nuestros dirigentes.