WEw l tiroteo de que han sido objeto tres de las cuatro figuras del conjunto escultórico ´El mirador de la memoria´, que la Asociación Jóvenes del Valle del Jerte había inaugurado el pasado sábado como homenaje a los que "fueron torturados, encarcelados, exiliados y desplazados" como consecuencia de la Guerra Civil y el triunfo de los rebeldes, es un atentado a los valores que representa: los de la democracia, la libertad y la defensa de la legalidad.

El hecho de que dispararan con balas --los daños ocasionados parecen indicar que fueron hechos por un solo proyectil en cada figura, además de que se han encontrado varios casquillos en las cercanías de la escultura--, y de que lo hicieran el mismo día en que el monumento se inauguró, da pie para pensar que se trata de una acción premeditada y consciente, y no un acto vandálico sin particular intencionalidad política: es difícil, a tenor de estas circunstancias, dejar de pensar en que el autor pretendía remachar, y hacerlo cuanto antes, la condición de víctimas de los que se homenajea en las cuatro figuras del conjunto escultórico. Algunos, es evidente, tienen tan fresca la memoria que todavía encuentran objeto de fusilamiento, como si lo estuvieran viviendo aunque hayan pasado más de 70 años, hasta las representaciones de las personas que lucharon por la República. Es de esperar que las fuerzas de seguridad encuentren al culpable de esta barbaridad y lo ponga en manos de la justicia.