O no. Cual bolero de los Panchos, y bien pancho se ha quedado alguno largando la noticia, la nueva propuesta de cálculo de las pensiones por toda la vida laboral cotizada, nos ha sorprendido a todos.

En primer lugar porque no estamos acostumbrados, en término de hacienda, pensiones, impuestos o subidas salariales a las buenas noticias, y cuando alguien dice, sobre todo si es del Gobierno, que la propuesta supone una mejora, sin detallar la letra pequeña, pues uno desconfía, la verdad.

En segundo lugar, porque los políticos nos tienen acostumbrados a soltar «globos sonda», para tantear no sólo a la ciudadanía, a otros grupos políticos, centrales sindicales, gestores europeos..., observadores europeos, bancos europeos, FMI, etcétera

Lo cierto es que apenas pasado un día del anuncio de Fátima Báñez, ministra de Empleo, ya un portavoz del Partido Popular ha matizado que en realidad estaba proponiendo una fórmula que se aplica en otros países europeos y que permitiría a los trabajadores a no contabilizar los años con cotizaciones más bajas, aunque tampoco ha especificado el número de años.

Más tarde se volvía a aclarar que sólo para aquellos que superasen los 38 años cotizados y voluntariamente. En definitiva, ni sabemos ni saben todavía qué se proponen, ni para cuántos, ni para cuándo.

Lo único cierto es que mientras escuchamos cuentos de lechera, lo seguro es otra realidad bien distinta. Desde el 2013 ya se viene alargando progresivamente la edad para jubilarse que pasará a 67 años a partir de 2027 con 38 años y 6 meses cotizados y para el cálculo de la pensión a los últimos 25 años de cotización, en vez de 15, en 2022. Por ahora, en 2018 sólo son los últimos 21.

Pero la realidad, no los buenos augurios de algún druida económico, tampoco acaba ahí.

En 2019 que a muchos se nos olvida, entrará en vigor el famoso factor de sostenibilidad, es decir vincular pensión, salario y esperanza de vida que más o menos significa que si vas a vivir mucho mejor te pago menos.

Como sigue la canción de los Panchos «no me cansaría de decirte siempre, pero siempre, siempre, que eres en mi vida ansiedad angustia y desesperación».