MAS, EL COMPLICE

Pujol nos roba

José María Heras Muñoz

Madrid

Todo ladrón serio sabe que la mejor manera para escapar de un apuro es señalar a alguien y gritar: "¡Al ladrón, al ladrón!". Jordi Pujol, el buen ladrón, que ya se escudó en la bandera catalana en otros chanchullos, acabó gritando más que nadie "¡España nos roba!" cuando el que robaba por tantos conceptos, en cantidades cada vez más difíciles de ocultar, era él y su familia.

Su consejero de Hacienda y sucesor al frente de la Generalitat, presunto favorecido también en esa trama, muestra ser, aprovechando también su cargo, un torpe cómplice porque cuando se criticaban las cuentas de Pujol, Mas denunciaba que eso era un ataque a Cataluña; pero ahora que ha confesado se atreve a afirmar que se trata de un asunto privado. ¿Cabe mayor descaro, mayor desprecio de la inteligencia de los ciudadanos?

LA SEGURIDAD SOCIAL

No cobraré la baja

Eduardo Redondo

Al nacer nuestro segundo hijo, mi mujer y yo hicimos los trámites administrativos. Pese a tener el documento de las bajas de maternidad y paternidad de nuestras empresas y el de maternidad de la doctora, no hemos cobrado la totalidad de nuestras prestaciones porque olvidamos tramitar estas bajas en la Seguridad Social. Cuando nos dimos cuenta, fuimos a una oficina de este organismo para solucionarlo, pero no podremos cobrarlo todo porque el retraso ha sido de más de tres meses.

Mi mujer sí recibirá una parte de su baja, pero yo, nada. Es una vergüenza que por un error humano no podamos recibir un dinero que nos corresponde, ya que toda nuestra vida laboral hemos pagado nuestros impuestos.

LAS VICTIMAS

El conflicto en Ucrania:

Indiferencia y odio

Jorge Martín

No hay palabras para expresar la repulsa por el asesinato de 300 personas inocentes en la denominada zona prorrusa de Ucrania. Las primeras víctimas extranjeras de un conflicto que se está alargando y al que nadie parece querer poner fin.

Los contrincantes nunca distinguen a los enemigos, pues están cegados por el ansia de la victoria, y la reciente desgracia del avión malayo no es la única que ha ocurrido en estos territorios. En 1983, un jumbo de Corea del Sur fue atacado y abatido por cazas Mig-23 soviéticos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) alegó que lo habían confundido con un avión espía.

¿Error o deseo de mantener una imposición? Lo sucedido hace pocos días recuerda a este acontecimiento. Otra cuestión que convendría aclarar: por herencia de la Unión Soviética, el armamento abunda en las repúblicas que la componían, y es fácil acceder a arsenales por la falta de control de sus gobiernos.