MORIR EN PAZ

Confesor útil

Paula Rosales Muñoz

Madrid

No cabe duda que el confesor es útil para algunas personas. Uno de ellos acaba de declarar que murió en paz, sin tener que devolver ni un céntimo, quien recibió una fabulosa fortuna heredada por siglos de explotación de sus nobles antepasados a la región que --en parte por su familia-- es de las más pobres y con más paro de España.

No le movió a hacerlo a esa alma bendita ni el presenciar estos siete últimos años de sangrante crisis, en los que consiguió incluso contribuir proporcionalmente mucho menos, con sus miles de millones de euros, que cualquier modesto asalariado. Todo un récord. Sigue funcionando y consiguiendo resultados milagrosos ese sistema milenario.

INTERVENCION DEL PAPA

Pedofilia del clero

Simeón Ibáñez Llera

Madrid

Durante muchos años parecía que el escándalo mundial de la pedofilia clerical no había afectado a España, a pesar de que el desmesurado y antievangélico poder político del clero hacía lógico lo contrario.

Y, en efecto, ha sido ese abuso de poder el que ha hecho silenciar las pocas denuncias y condenas por esos gravísimos hechos. Todavía hoy ha tenido que intervenir el papa Francisco para que se destape el delito, por comisión o encubrimiento, de una docena de eclesiásticos y afines en la Diócesis de Granada. Y encima, el negligente arzobispo Martínez, preguntado si tendría al menos la vergüenza de dimitir, ha respondido que de eso nada: sólo si le obligaba el Papa; es decir, a la fuerza.

LLEGA LA NAVIDAD

Querida flor de Pascua

María Francisca Ruano

Cáceres

Ha vuelto porque se fue. Se fue porque iba a volver. Las hojas matizadas o las blanquecinas o verdes son el atractivo recuerdo de las atractivas circunstancias, personas o cosas viviendas que reviven automáticamente al abrírsele la puerta de la casa.

También posee el nombre de Poinsettia y de Euphorbia. Se siembra en abril y florece al finalizar el verano.

Al llegar a su sitio ahora, colgadas en la hojarasca las primeras risas de mamá y las voces del resto de la familia, esta planta americana, vistosa, que enrojece de alegrías los prolegómenos de un fin de año.

Cualquier final de un año cualquier lleva muchos nombres y lugares en una maceta ancha cuyos matices, tonalidad, tornasolados y tintes, informan de las fiestas de las próximas fechas. Hojas, fronda, follaje. ¡Si hasta parece la misma flor de Pascua de hace medio siglo!

Su rojo sangre --o no-- espolea sin moverse en su situación soleada, exclusivamente, el embrujo hechizado de millones de recuerdos que posee este tiesto con los ojos posándolos encima para embalsamar especialmente lo emotivo, lo emocionante.