TRANQUILIZAR CONCIENCIAS

¡A los leones!

Manuel Delgado Iriarte

Madrid

"¡A los leones los ateos!" gritaba la plebe romana, refiriéndose a los cristianos, porque adoraban sólo a Dios y eran ateos respecto a los de Roma. Hoy es la misma víctima desesperada de un sistema impersonal la que se tira a los leones, como ha sucedido estos días en España. Se dirá, para tranquilizar las conciencias, que se trata de un loco, ya que nadie pidió que lo tiraran, ni nadie le empujó. Sin embargo, el hecho es que se trataba de un honesto e incluso solidario policía, a quienes injustas leyes matrimoniales, laborales y sanitarias fueron sumiendo en crisis y desvaríos locuras cada vez mayores, hasta llevarle a arrojarse a las fieras. Siendo esas leyes generales, cifras cantan, inducen cada día a más personas a la depresión, la desesperación y el suicidio; pero se sigue culpabilizando sólo a sus víctimas, y no a quienes impulsaron, promulgaron y toleraron esas normas abusivas. ¿De verdad que hemos avanzado en esto?

LA RETIRADA

Sindicalista victorioso

Carlos Giraldo Llanes

Madrid

Hace ya tiempo que Cándido Méndez, en un rapto de sinceridad, o para simular que sentía vergüenza, declaró que había tenido tentaciones de dimitir por los escándalos de corrupción en Andalucía. Hasta qué punto eran débiles esos escrúpulos lo demuestra el que ahora diga que se retirará en 2016. En términos futbolísticos, Méndez, 1: Conciencia, 0.

A GRAN ESCALA

El gran corrupto, Nicolás

Diego Mas Mas

Madrid

Las primeras noticias que nos llegaron del denominado 'El pequeño Nicolás' --rememorando el libro de René Goscinny-- casi hacían gracia, al revés de las acciones de un desgraciado exhibicionista, Jimmy, que no duda en hacer daño en algunas de sus intromisiones. Pero poco a poco se ha ido desvelando que no sólo es un vanidoso fantasioso, con engaños de poca monta, sino que, hasta ser apresado, falsificaba documentos oficiales para estafar, y calumniaba, y hasta chantajeaba a diestro o siniestro, por cantidades incluso millonarias, fomentando la corrupción en gran escala. Sus delitos eran de lo más puro, sin mezcla de comercio, industria o servicios útiles, lo que le convierte en "el ángel de la corrupción". En realidad, pues, aunque se ha ya convertido en un mito difícil de desmontar, por ser el objeto de deseo de muchos en una sociedad que ha perdido los valores tradicionales y aún no ha asimilado los modernos, ese indeseable, ya adulto hace años, Francisco Nicolás Gómez Iglesias, no es sino un gran corrupto. Reflejo de una sociedad que promueve o tolera esos dirigentes, es un tan claro como vergonzoso ejemplo de hasta que punto se han degradado, convirtiéndose en una escuela de niños prodigio... como pícaros, reconstruyéndose una esperpéntica "corte de los milagros" isabelina de Valle-Inclán, inspirada a su vez en la corte de marginales, no de dirigentes, de París.