LAS MAFIAS

En España, mejor

Juan Gómez Vadillo

Madrid

En el centro de una capital suramericana cometí el ingenuo error de detener a un ladrón que quiso robarme y entregarlo a la policía. A los pocos minutos, un alma piadosa me susurró que corriera, porque, como pude ver, el ladrón y su pandilla venían a por mí. En la España de hoy compruebo que las mafias están aún mejor organizadas contra los ciudadanos. Baste recordar con qué aplomo el 'liberado' Bárcenas ha exigido volver a ser tesorero del PP y amenaza llevar a los tribunales a quien le critica.

EL PAPA

Matar por Dios

F. Gomis Mas

Madrid

"Matar en nombre de Dios es un sacrilegio" son bellas palabras del papa Francisco, en las que se refiere a países en donde se matan cristianos. Y fomentarían la paz si denunciara con no menor claridad las muchas cruzadas en las que han sido los cristianos los que han matado masivamente otros, al grito de "Dios lo quiere", como hace menos de un siglo en Méjico y España. Sin embargo, el papa no sólo no lo ha hecho, sino que, en lamentables espectáculos como el de los mártires en Tarragona, ha colaborado a bendecir las guerras religiosas, de buenos contra malos, cuando son los suyos los que ganan. Hoy, cuando internet permite a casi todos tener acceso a fuentes independientes para conocer los hechos ¿cómo se puede confiar en sus palabras?

GUARDIOLA

A jugar con España

Jordi Zabala

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se nos presenta ahora como un profundo conocedor del deporte: critica e incluso insulta a Pep Guardiola por el hecho de que va a cerrar la candidatura independentista del 27-S habiendo jugado antes con la selección española. Olvida el ministro que el hecho de competir por España no es un derecho, sino una obligación de acuerdo con la actual ley 10/1990 del deporte: no asistir a una convocatoria es motivo de sanción y puede conllevar la interrupción de una carrera deportiva. Así pues, Guardiola cumplió en todo momento con sus obligaciones legales, deportivas y ciudadanas, y si queremos tirar de fraseología de otros tiempos, como un patriota; como hacemos todos al ir a trabajar o pagando nuestros impuestos. Y permítanme añadir: actuó como un patriota entonces y lo hace ahora, dando la cara por una causa que levanta unas animadversiones impropias de una sociedad supuestamente democrática y madura. Por el contrario, el mismo Fernández Díaz solo 24 horas antes comparó la llegada de refugiados que huyen de la guerra y el hambre con unas goteras que repartimos por la casa sin contener el escape.