Tolerancia cero contra toda clase de corrupción, llámese inmobiliaria, información privilegiada, fraude o sobornos, y más si éstos delincuentes son políticos que han sido elegido por sus conciudadanos para gestionar los municipios.

La tolerancia tiene que brillar en estos casos por su ausencia si se demuestra que son culpables, y como dice un refrán la justicia tiene que entrar por casa, así que yo la pido con más contundencia aun si cabe si el corrupto es militante de mi partido el PSOE.

Es intolerable que cientos de miles de políticos desde lo más alto del poder hasta la base del más humilde de los militantes, estemos en entredicho porque unas cuantas docenas de políticos de todas las ideologías quieran enriquecerse a costa de la confianza que los ciudadanos han depositado en ellos.

Y pido también que se modifique la ley de las penas de cárcel para ellos, sin miramientos ni contemplaciones contra estos delincuentes de guante blanco. Que se incrementen las penas de cárcel y cumplan la totalidad de sus penas y no con unos añitos de cárcel y con cientos de millones en sus cuentas bancarias para vivir el resto de sus días rodeados de toda clase de lujos en los paraísos fiscales.

A un político como a cualquier otro ser humano se le puede perdonar que se equivoque y meta la pata con cualquier tema de su función si su equivocación ha sido con buena intención al servicio de sus conciudadanos, pero lo que es imperdonable para cualquiera de ellos es que meta la mano en el cajón o extienda la mano hacia los sobornadores para enriquecerse.

Joaquín García Mayo **

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