WUwnexca, UPA-UCE, Asaja y Coag consiguieron desplazar ayer a Madrid a miles de agricultores extremeños para pedir al Ministerio de Agricultura una solución al problema del tomate. Nadie del Ministerio de Agricultura criticó ayer a los convocantes ni les acusó de organizar un "acto político" ni menospreció su capacidad de convocatoria. Simplemente, los dirigentes de este departamento ministerial les recibieron y escucharon sus reivindicaciones. Con buen talante, como no sucedió en la protesta del 17 de febrero ante la Consejería de Agricultura en Mérida.

Sin dejar de mencionar la parte de culpa que agricultores e industrias tienen de la situación creada, en los últimos años se ha echado en falta por parte de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente más mensajes de mesura al sector ante las consecuencias de un incremento desmedido de la producción y no tantos de euforia al ver cómo cada campaña Extremadura batía su récord de cosecha. Afortunadamente para los que viven del tomate el próximo año hay elecciones autonómicas y municipales y muchos políticos van a tener que ir a pedir el voto a los pueblos de las Vegas del Guadiana, donde va a ser muy complicado recoger apoyos si no se llevan soluciones.