TNto eres nadie. Puede que te hayas comprado el último bañador, los más caros aceites para tener un moreno uniforme y deslumbrante, la gorra más atractiva y hasta la camiseta de Costo más fashion que hay en el recinto de baño, pero todo será inútil si puesto en el borde de la piscina no suscitas el arrobo y el éxtasis que le obligue a la gente a volverse y gritar: "Qué tono muscular tiene".

Sí, habrás perdido el año, lastimosamente. Es inútil que recuerdes el balance positivo de tu empresa, que tu tesis doctoral haya sido una revelación en el claustro, que tus libros se vendan bien o que tu hijo, al fin, haya logrado un puesto de trabajo: si no tienes tono, no eres nadie.

Al borde de la piscina importa el torso tenso, el culito duro y respingón, --culo de gimnasio--, los omoplatos de acero, el pectoral escalofriante, el cuello henchido, los bíceps y los cuádriceps reventones, las pantorrillas sensuales, los abdominales atrayentes, la espalda cuadrada, porque tras todo eso están los valores en alza: el fitness, el ta-ichi, el teps, el tatami, las mancuernas, la electroestimulación, el aerobic, el taekwondo, el sport muscle , el músculo en su extensión, el tono muscular.

Si usted carece de él porque la edad le acecha con la flacidez (del músculo), absténgase: desentona.

*Filólogo