TEtn una Historia de la tortura, aparecida a principios de los años setenta, su autor realizaba un amplio y triste recorrido sobre los impresentables modos de torturar que el ser humano ha venido utilizando desde la antigüedad hasta los años de su publicación.

La libertad de investigación y la posibilidad de acceder a archivos perdidos, fotos o películas prohibidas, supuso la confirmación de que el ser humano contemporáneo era y es incluso más sádico a la hora de torturar de lo que pudieron ser los inquisidores o los verdugos medievales.

Lo que nadie nunca esperaba es que a las Argentina, Chile, Camboya, Bosnia o Sudáfrica, recientes socios inscritos en la historia de la represión y la tortura más contemporánea, se sumaran nombres tan respetables como Gran Bretaña o Estados Unidos, por obra y gracia de sus muchachos y muchachas que fueron a regalar la libertad al pueblo de Irak.

Ahora algún chivo expiatorio pagará las culpas de las aberraciones profesionales de un grupo de rambos o 007 , contratados y pagados con dólares o libras esterlinas para que cuiden de los intereses petrolíferos de las grandes compañías, con el beneplácito de Bush y Blair.

¡País y países de hombres lobos para los hombres!

*Profesor