La tragedia ocurrida ayer en la localidad catalana de Gavà requiere una detallada explicación por parte de las autoridades municipales y autonómicas, así como de las compañías que dan suministro de gas y agua al edificio en el que se produjo la explosión.

Las primeras investigaciones señalan que una fuga de agua puede estar en el origen de la explosión de gas. De hecho, la Policía Local de Gavà fue informada de la existencia de un escape de agua y una patrulla de ese cuerpo comprobó minutos antes de la explosión que se había formado un gran charco en la puerta del edificio siniestrado, ubicado en un barrio marginal. La presión del agua habría erosionado la tubería del gas hasta provocar un escape. Luego, una chispa produjo el estallido. Esa es la hipótesis que se barajaba ayer, pero habrá que esperar a que los técnicos den informaciones más concluyentes.

Ahora bien, en lo que no caben esperas es en las ayudas a los damnificados. Es preciso mantener el apoyo psicológico a familias que tienen a varios de sus miembros, incluidos niños, heridos. Asimismo, las administraciones deben facilitar, como anunciaron ayer, una vivienda digna a quienes la han perdido de manera tan dramática.