El Ayuntamiento de Cáceres empieza mañana el trámite del que posiblemente es el expediente urbanístico más importante de la legislatura: el de adecuar al planeamiento de la ciudad el acuerdo alcanzado entre la congregación de Las Carmelitas, El Corte Inglés, el empresario Jesús Alarcón y el consistorio. El expediente es importante por su significación económica: El Corte Inglés será un revulsivo comercial y social para Cáceres; y por su significación política: el acuerdo sobre el que se va a debatir es contestado por la oposición y también por el concejal popular Manuel Rodríguez Cancho, en desacuerdo con la compensación prevista para el municipio por aumentar la edificabilidad y reducir espacios públicos de la parcela sobre la que, además del gran almacén, el empresario va a construir viviendas. El contexto en el que se va a tramitar el expediente sitúa al gobierno municipal en posición de debilidad, que puede visualizarse ya con el resultado que salga de la comisión de Urbanismo, en la que es previsible que los representantes del PP se queden en minoría si Cancho vota contra el criterio de su grupo antes de abandonar, en un gesto de coherencia política, su escaño. No es, por tanto, un asunto fácil, y porque no lo es y porque está en juego, de un lado, una oportunidad de progreso para la ciudad, y de otro, la justa compensación al sacrificio que hacen los ciudadanos de Cáceres cediendo su suelo para que salga adelante la operación, es por lo que es necesario exigir a los grupos políticos que no hagan de este asunto una ocasión de lucha partidista.