XAx un ministro de Economía, lo mismo que a un jugador de solitarios, se le debe exigir que sea riguroso y que no se haga trampas a sí mismo. Los Presupuestos Generales del Estado para el 2005, elaborados por el señor Solbes a finales del verano, en otoño ya no tienen ninguna credibilidad ni posibilidad de ser reales, puesto que las premisas sobre ingresos en que se basan los gastos han quedado totalmente desbordadas por la subida del precio del petróleo. El señor Solbes había previsto en 33 dólares el precio del barril y en estos momentos cotiza a más de 50 y no hay perspectivas de que vaya a bajar de manera considerable durante el próximo año 2005. Decía este verano el propio ministro de Economía que "cada dólar que subiese el precio del barril supondría una bajada de dos décimas en la previsión de crecimiento de nuestra economía". Por este motivo, la previsión de ingresos se convierte en una carta a los Reyes Magos o más bien nos recuerda a lo que le pasó a la lechera del cuento: el precio del petróleo equivale al cántaro roto de la lechera. Adiós a las previsiones de gasto.

Sin lugar a dudas se recurrirá al déficit, cuyos efectos ya conoce sobradamente el señor Solbes, puesto que cuando dejó el ministerio de Economía en 1996 el déficit del Estado llegaba casi al 7% del PIB, provocando una tasa de paro del 22% y una economía colapsada por los intereses e impuestos. Después de ocho años de gobierno del PP, las cuentas del estado tienen superávit, ha sido posible la creación de más de cinco millones de empleos y también se han bajado los impuestos de los ciudadanos. El modelo Solbes es el del déficit y el modelo Rato ha sido el del equilibrio presupuestario y la bajada de impuestos. El presidente de la CEOE, José María Cuevas, también ha dicho: "Los empresarios tememos que no se cumplirán las previsiones económicas".

Con estas perspectivas, las inversiones previstas para Extremadura serán difíciles de llevar a cabo, sobre todo en los ministerios más inversores: Fomento y Medio Ambiente.

El presupuesto del Ministerio de Fomento, con una inversión de 245 millones de euros, y con un incremento de 96 millones de euros sobre el presupuesto del 2004, es un "espejismo" porque de esa cantidad se destinan 71 millones de euros a la obra Hinojal-Cáceres de la Autovía de la Plata, que está prácticamente ejecutada, por lo que no es inversión nueva para este año.

También comprobamos la ralentización de algunos tramos de la A-66 como el de Villar de Plasencia a Plasencia o la variante de Plasencia, que se dotan con el 2% del presupuesto total de cada una de ellas, o el de Fuente de Cantos al límite de la provincia de Huelva, cuya financiación en su mayor parte se pospone al 2006 y al 2007.

La falta de compromiso con la autovía Cáceres-Trujillo es elocuente. Sólo se destinan 1,5 millones de euros, de un presupuesto de 68 millones. Lo mismo ocurre con la variante de Zafra (N-432) o la variante de Santa Marta (N-432), con cantidades simbólicas o muy escasas: el 4,25% y el 16,6% de sus respectivos presupuestos. También es simbólica la inversión en la autovía Atalaya-Ciudad Real Mérida (72.000 euros). Pero lo que más llama la atención en este ministerio es el abandono y el parón presupuestario al proyecto del AVE Madrid-Lisboa, para el que sólo se contemplan 1,549 millones de euros, el 0,28% del total de su presupuesto, que asciende a 553,6 millones de euros. Creo que las palabras del presidente del Gobierno en Galicia lo dicen todo: "Las principales partidas en carreteras y en trazados de alta velocidad están en regiones como Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León, están en la apuesta por el noroeste, a la que me he comprometido para equilibrar y cohesionar territorialmente España, que es una manera de cohesionarla socialmente". Por lo visto, Extremadura no está en el eje de la apuesta del presidente Rodríguez Zapatero.

En cuanto al otro ministerio inversor, el de Medio Ambiente, contempla una inversión de 136,3 millones de euros, con un incremento de 18 millones sobre el presupuesto del 2004. sin embargo, no se contemplan financiadas casi ninguna de las obras del Plan Hidrológico Nacional (las presas del Zapatón, de Villanueva de la vera, de Alange y del Boquerón, con un presupuesto total de 91 millones de euros, están financiadas en estos presupuestos con 550.230 euros (el 0,6%).

*Diputado del Partido Popular por Cáceres en el Congreso