No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Ahora se queja más la gente. Si fuera como antes... ¿Qué me pasa don Antonio? Tengo cada día más dolores. A mi marido no lo puedo ni ver. No lo soporto y mucho menos cuando se empeña en hacer el amor y no lo consigue y encima dice que es culpa mía, que ya no le atraigo, que soy muy fría. Estaba deseando que pasaran las fiestas. Estoy sin ganas de nada y llenita de dolores. ¿No puede usted curarme de una vez? En los minutos escasos que tengo trato de paralizar el tiempo. Como el que no tiene prisa sabiendo que todavía quedan sesenta pacientes trato de que salga al menos mejor de la consulta. Un dolor con tristeza es insoportable. Además de darle cita programada trato de comunicarle alegría. La gente está muy triste. Muchos han perdido el sentido de sus vidas. Hay que sonreír, desdramatizar, saber que en invierno duelen más las piernas, que se agudiza la depresión, que es normal que haya crisis.

De ésta se sale fortalecido. Todo es cuestión de aguantar, de confiar, de tener esperanza y veremos como otra vez saldrá el sol y dejarán de doler las piernas, se irá la depresión y nos daremos cuenta que nuestra queja no es más que falta de alegría.

Antonio Floriano Corbacho **

Cáceres

Orientador del Teléfono de la Esperanza