WEwl informe del Tribunal de Cuentas (TC) referente a la gestión económica de la Junta y de la Uex del año 2001 hace unas advertencias a estas instituciones que deberían servir para corregir actuaciones futuras. No ha detectado el TC irregularidades graves, pero su informe sí pone de manifiesto procederes que no son de recibo: no controlar con el rigor necesario el destino final y real de los dineros públicos que se dan a las ONG, hasta el punto que algunos han ido a parar a una escuela taller de Los Santos de Maimona o el Consejo de la Juventud; que Sofiex no cumpla sus propia normativa sobre el límite a la participación en empresas; que se detecten retrasos de meses entre la adjudicación de una obra y su puesta en marcha, y que la Administración sea muy comprensiva con las prórrogas que solicitan las empresas en la terminación de las obras, demora que pagan los ciudadanos... En fin, conductas que es necesario corregir. A la Administración le sienta como si le arrancaran una muela que se le controle, pero el dinero público es un asunto muy serio como para que los ciudadanos no se aseguren de que se destina a su mejor uso y con el procedimiento que está reglamentado.