Escritor

Ttriunfar lo que se dice triunfar en la ciudad de Badajoz solo ha triunfado el teniente coronel Yagüe, la Legión, Miguel Celdrán y Jamones Pepe , que viene ya en la Guía Michelín. El caso de Manolo Rojas es especial. Triunfó, pero tuvo que entregar su vida por ser socialista. Como le ha sucedido a Sinforiano Madroñero, que triunfa ahora dándole los votos a Celdrán. Yo no conozco a nadie más. En Cáceres, triunfó Franco, que puso casa en el barrio monumental, y después Saponi, que triunfa después de haber triunfado también con el Movimiento Nacional siendo jefe de centuria e inspector de campamentos. Como funcionario de la Junta siguió con los campamentos de Navalonguilla, en Avila, perdón, en los campamentos del Emperador Carlos. Toda una carrera. Le sigue el senador Naranjo, que tuvo como Manolo Rojas que entregar su vida.

Viene todo esto porque el jugador de baloncesto Chus Poves ha sido uno de esos extremeños que tuvo en su día que hacer las maletas y hoy es un jugador fundamental en la LEB, donde triunfa en el Isastur Gijón, con una media de veinte puntos por partido en la temporada pasada y hoy poco menos que intraspasable en ese equipo, donde le ponen casa, luz y agua y una suculenta soldada para que no se vaya de Gijón. De Badajoz se tuvo que marchar porque querían que todos los partidos los ganara él y reboteara todo lo reboteable y acompañara de escolta todo lo escoltable, y así hasta morir por esta ciudad. Aviso pues que Poves triunfa, y además Cáceres está en la LEB, por si fuera posible, aunque el Isastur no le dejará marchar así como así.

Los que hemos fracasado en Badajoz somos cada vez más. Formamos legión en Badajoz. El caso de Poves es distinto porque su padre le va coleccionando todos los triunfos (con lo difícil que debe ser triunfar en Asturias después de don Pelayo) en un precioso coleccionable donde domingo a domingo Chus Poves es la figura del partido, lejos ya de Badajoz, donde sólo puede triunfar Celdrán. Badajoz, por tanto, abstenerse los que lo intenten. Es una ciudad cerrada al triunfo. O te transformas en margarita y te colocan en una fuente.