Le decía por teléfono a Chuty en Trujillo que me trajera un kilo de judías de Navezuela a Ibiza (viene el domingo), le expliqué que las vendían los jueves en planta de abajo a la izquierda del Mercado- me dijo que lo haría pero le parecía que estaban desmantelando el mercado para poner las oficinas de la policía municipal o algo así. Increíble, un mercado con cinco siglos de existencia se lo pasan por la freidora de ranas.

Desde la caía de los olmos del Ruiz de Mendoza buena prisa se ha dado el enemigo para desmantelar el viejo centro urbano de Trujillo, capital La Plaza. Así acabó el milenio pasado y los resultados de esta carcoma hoy en día son destacados con este macro híper supermercado Leclerc que ustedes de el Periódico Extremadura anuncian triunfalmente y motivo de este comentario.

Afónico pero no agotado estoy de defender mi no sé por qué amado Trujillo, donde ni siquiera nací pero bien que pací, con la espada olivetti bajo el brazo y para mayor gloria de su diario, donde dejé claramente mi rastro intentando para un mayor bienestar a Extremadura en general, abrir los ojos legañosos y poderosos de los políticos y de los cínicos solapados.

Pero tranquilícense las masas que no se puede luchar contra algunos elementos en ciertas circunstancias y ni tan siquiera estoy seguro de que estas letras las vea alguien.

No quiero exabruptar y sí destacar al alcalde saliente y consejero de la alcaldesa entrante que su gestión en Trujillo ha generado catástrofes irremediables dejando el pueblo abierto y las llaves en el fondo de la Albuera. Solo les ha faltado vender la iglesia de San Francisco a algún jeque árabe para restaurar su vieja mezquita y echar pirañas en la charca de San Lázaro.

Mutación y abandono del centro, la ciudad se ha ido en retirada tras la carretera tal vez para estar más cerca de Auto-Res cuando tenga que coger la maleta para Cataluña aunque ahora la cosa está mol futut .

En Ibiza hicieron lo mismo y ahora están como locas las autoridades para remediar el entuerto pero al fin y al cabo son Patrimonio de la Humanidad y saben manejar el turismo ellos mismos.

Agarrotamiento del pequeño comercio hasta que se pudran, ya huele y promocionar a las industrias forasteras tal vez porque piensen que los trujillanos están incapacitados física y mentalmente para otra cosa que no sea doblar el espinazo, de otra manera no lo entiendo.

Lo de Lecrerc es como lo de la refinería, cosa fina y hay que ver los millones de euros que van a ganar.

Alfonso Naharro i Riera **

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