Doctos en la materia dicen que "los recursos humanos son el activo social necesario, para la creación, la innovación, la transmisión del conocimiento a la vez que constituye por sí mismos un factor determinante para el desarrollo económico presente y futuro". Si eso es así tal como afirman, mal nos va y peor nos irá en Extremadura.

Así que tomamos como dato relevante que la población de Extremadura es de 1.086.373 habitantes (01/01/2006), fuente INE, por tanto, representa el 2,74% de la población española, una densidad muy baja, escenario en el que situamos a la población universitaria, la cual caerá irremediablemente un 20% en la próxima década. "Un futuro que ya estaba escrito desde los años 90 debido a la caída de la natalidad", tal y como se recoge en el Atlas Digital de la España Universitaria , un pormenorizado estudio dirigido por el profesor cántabro Pedro Reques . Así pues, la Universidad extremeña tendría unos 4.500 estudiantes menos, pasando de unas 23.500 matrículas a 19.000.

Si bien es cierta que la situación se generaliza en el resto de universidades españolas, el autor del estudio asegura que este factor "puede ser aprovechado para alcanzar una universidad de calidad", en la que se habrá de potenciar necesariamente los espacios dedicados a la investigación, ya que nuestra Uex queda muy alejada de la media nacional, si fijamos la mirada en espacios tan importantes y decisivos como son los dedicados a la investigación, y que se sitúan solo en el 8,8 por cada 100 estudiantes, cuando la media nacional es de 57,7.

Aunque también es realmente triste y lamentable, en cuanto a la Universidad de Extremadura se refiere, que la misma camine sin rumbo, agobiada por el peso de la subvención, haciendo camino entre el suspiro y el silencio, pero políticamente correcta, salvo honrosas excepciones.

Y como guinda, el documento de análisis elaborado por la Consejería de Hacienda de cara al periodo 2007/2013 y donde se viene a reconocer por la Administración autonómica que la región apenas converge con el resto de España y donde Extremadura tan sólo está por delante de la mayor parte de las regiones griegas y portuguesas. Es decir, el farolillo rojo.

Pero veamos cuales son los otros factores que además lastran el crecimiento. En primer lugar la estructura de la actividad económica extremeña se centra principalmente en la agricultura y construcción, uniéndose el escaso peso de la industria y escasa cualificación de la mano de obra. Subrayándose, en el documento de análisis, que la incorporación de la mujer al mercado del trabajo no ha seguido una senda convergente, situándose el paro femenino en 51.160 mujeres, según el Ministerio de Trabajo.

Por otro lado, el gasto y resultados de la I+D es muy escasa, hasta el punto que la Unión Europea suspende a Extremadura en I+D, ferrocarril y energías renovables, instando a la comunidad extremeña a aprender de los errores de cara al periodo 2007/2013.

XTODO ELLOx es la consecuencia añadida de la escasa inversión del Ejecutivo, durante el periodo 2000/2006, en cuestiones consideradas prioritarias por Bruselas, tal y como señaló Mario Rodrigues , responsable del Fondo Europeo FEDER. Entre ellas destacan las carencias en la mejora de la competitividad, el desarrollo del tejido productivo, la falta en investigación, así como la exigua sociedad de la información y el escaso gasto destinado al ferrocarril. De otro lado, Extremadura tiene una gran dependencia del transporte por carretera, de lo cual se derivan elevados costes medioambientales y energéticos, por lo que es necesario replantear en el futuro estas políticas de inversión.

Hay que aprender de los errores. Nadie sabe qué va a pasar con las ayudas más allá del 2013. Y por lo tanto habrá que marcar como ejes esenciales de futuro para Extremadura las nuevas tecnologías, las energías renovables, el transporte ferroviario y el corredor de alta velocidad entre Madrid y Lisboa.

He aquí la realidad que viene a demostrar los valores más negativos para la región. Una región con un índice de fracaso escolar entre el 24% y el 33%. Y donde la sanidad pasa por sus peores momentos, debido a la escasez de especialistas. Marcada por los desequilibrios retributivos entre las comunidades autónomas, donde el SES es el que menos paga, y el descontento generalizado entre los médicos por la sobrecarga laboral, la falta de incentivos, y donde el colapso en Atención Primaria es evidente por descoordinación entre esta y la Especializada, y el déficit en recursos técnicos y humanos. Esta es la realidad, la apabullante realidad, la herencia heredada.

*Presidente regional de ´Extremeños por el cambio´ y diputado regonal del PP