Casi la mitad de los turistas que visitan Extremadura se alojan en establecimientos que no cumplen los requisitos legales exigidos para ejercer esta actividad, según se pone de manifiesto en el último Anuario Económico de La Caixa, donde, a su vez, se contempla el incremento de este tipo de pernoctaciones en los dos últimos años, un 20%.

Pese a lo llamativo de estos datos, cabe señalar que en este tipo de práctica la comunidad autónoma extremeña está muy por debajo de las cifras que se manejan en otras regiones, donde se llega a alcanzar hasta el 80% en el caso de la cornisa cantábrica. De este estudio se saca una lectura clara que no es otra que el creciente interés que despierta Extremadura como lugar de destino para miles de visitantes. El sector turístico extremeño ha sufrido un inusitado empuje en los últimos años y ha logrado que su oferta gane enteros en un difícil mercado nacional. La llegada de las grandes cadenas hoteleras, los proyectos para la creación de nuevos alojamientos tanto urbanos como rurales o la ampliación de la oferta en turismo rural es una evidencia que no pueden ensombrecer unas estadísticas que giran sobre los malos hábitos en este sector.