El Consejo de Administración de Caja Badajoz aprobó ayer iniciar las negociaciones para integrarse con la aragonesa Caja de Ahorros de la Inmaculada y Caja Círculo de Burgos en un Sistema Institucional de Protección (SIP), el denominado comúnmente ´fusión fría´. La decisión de la entidad extremeña se concretará en un grupo cuyo consejo de administración y cuya correlación de fuerzas será determinado en las próximas semanas cuando se concluya el estudio encargado para su constitución, pero en el que cada una de las integrantes, igual que en el SIP de Caja de Extremadura, conservarán su capacidad de decisión sobre su personalidad jurídica, su marca y su Obra Social y Cultural.

Caja Badajoz se va a aliar con dos dos socios inmejorables, con dos entidades de gran solvencia (como la tiene la propia caja extremeña), y ello les libra de tener que pedir dinero al Fondo de Reestructuración Bancaria. El mercado geográfico de cada una de ellas le permite mantener, quizás salvo excepciones, su red de oficinas y su plantilla, por lo que al no haber solapamientos no se esperan tensiones laborales. El movimiento iniciado por la entidad con sede en la capital pacense supone, por tanto, un fortalecimiento de la misma en un momento en que es necesario asegurar el futuro. Esta decisión, junto con la citada de Caja Extremadura, cierra un primer turno en las entidades regionales. Si en el futuro vienen otros movimientos, es de esperar que sean, como los habidos hasta ahora, para hacer de las dos cajas entidades más competitivas y más eficientes.