WEwl Congreso ha aprobado la ley que regula cómo serán la televisión y la radio del futuro a partir de las nuevas y mejores tecnologías que ya existen. A los tres canales privados y que son gratuitos total o parcialmente (Antena 3, Tele 5 y Canal+) se les podrán sumar otros en los próximos meses, así como más cadenas públicas. Es lo adecuado para ampliar la oferta y para garantizar que todos los grandes grupos de comunicación puedan estar presentes en el mapa televisivo de la próxima década, cuando el sistema de transmisión actual (analógico) quede sustituido totalmente por el digital.

Flotan algunas reticencias a estos cambios. En particular, las de las empresas que, cómodamente instaladas en el marco creado por la ley de 1988 que limitó a tres las licencias privadas, temen ahora a una mayor competencia. También están los intereses de los grupos políticos, que defienden lo que ya tienen y no quieren perder peso tras el futuro reparto.

Pero nada de eso debe impedir que España tenga una oferta de programaciones más variada para elegir. El conjunto tendrá un mayor pluralismo desde todos los puntos de vista, ya que la nueva ley prevé la reserva de algunos canales para las autonomías y los municipios.