TTtodos admiramos a Chomsky durante la guerra de Vietnam, pero es muy difícil permanecer estupendo toda la vida. También admiramos mucho a Sartre , pero su patética defensa de la tiranía comunista fue capaz de quebrantar el embeleso más arraigado.

Está bien ser fieles a los principios, pero los principios se basan en la información de la que disponemos y, si varía la información, es lógico que revisemos los principios. Chomsky tiene las ideas claras y el origen de los males de este mundo es el capitalismo en general, y el estadounidense en particular. Vale, tío. Eso, en la década de los sesenta era un tiro dialéctico que entusiasmaba a la juventud y creaba escuela, pero nos hemos ido haciendo todos mayores, incluso Chomsky, y está muy bien que no creamos que los indios eran todos malos y que no todos los del Séptimo de Caballería eran bondadosos, pero para acabar con el maniqueísmo no existe peor fórmula que sustituirlo por otro.

La última de Chomsky es que a los españoles nos ocurrió una inmensa desgracia con la toma de Granada en 1492, porque una cultura inteligente, sabia y comprensiva fue sustituida por la cristiana, y perdimos una gran oportunidad de progresar.

Las hipótesis históricas y las profecías a cien años vista tienen la ventaja de que se pueden defender con mucho entusiasmo porque son imposibles de demostrar. De cualquier manera, supongo que en la participación del Desfile de la Hispanidad, de este año, Alcoy hubiera mandado sólo a los moros, porque los cristianos desfilando por Nueva York hubieran sido políticamente incorrectos, después de que los perros cristianos se hubieran suicidado contra las torres Gemelas. Y el presidente de Estados Unidos de Mahoma habría agradecido el gesto sujetándose la chilaba. Y, desde luego, estos días no se hablaría de Clara Campoamor , la mujer que logró el voto femenino en España, y sobre la que ha escrito un magnífico libro Isaías Lafuente , porque eso del voto femenino no se habría planteado en el paraíso civilizador creado por los sucesores de Boabdil . Gracias Chomsky por habernos sacado de tan inmenso error.

*Periodista