La UNESCO viene a darse en Extremadura con dualidad. Dos, como las provincias: Cáceres y Badajoz, pero en este caso Cáceres y Plasencia.

Hace apenas cuatro años no existía la organización en la región y ahora tiene dos sedes: la Casa UNESCO de Extremadura, en Cáceres, y el Centro de la UNESCO de Plasencia y Norte de Extremadura, en Plasencia. Solo que las dos no son iguales, ni desde luego reciben el mismo tratamiento por parte de la Administración. Pero hagamos un poco de historia para situarnos.

En el año 2003, en el mes de diciembre, se fundó en Cáceres, a instancias de la Consejería de Cultura, y por su especial iniciativa, la Casa UNESCO de Extremadura. Se invitó para asistir en calidad de fundadores a diferentes instituciones, todas oficiales o asimiladas, salvo el caso de los Ateneos de Cáceres y Plasencia. El momento lo aprovechamos los placentinos para reclamar la posibilidad de que en Plasencia se creara algo similar, y se consiguió de la instancia superior: la Secretaría Nacional de Cooperación Española con la UNESCO; se constituiría pues un Club de la UNESCO en la ciudad del Jerte que fue una realidad en marzo del año siguiente. Pero para qué extenderse, están en las hemerotecas, sin embargo unas consideraciones sí. Desde entonces el Centro Unesco de Plasencia, que así se llama hoy, ha realizado una labor de extensión de la filosofía y los programas de la UNESCO que ha sobrepasado incluso las fronteras españolas. Y todo sin ninguna ayuda de la Consejería de Cultura, por otro lado también cofundadora del Club de la Ciudad. No ha sido así con la Casa Unesco de Cáceres. Desde ese mismo año (2003) en que se fundó, se la dotó de un presupuesto anual importante, una sede oficial a cargo de la consejería, y funcionarios. Llama poderosamente entonces la atención que en fechas recientes se haya realizado la primera actividad : un encuentro cuya organización se ha concertado con una Fundación (o empresa) sobre el Parque de Monfragüe celebrado en Cáceres. Y, además, se hable de la Casa Unesco de Cáceres como de reciente fundación , cuando ya ha cumplido los tres años: ¿Qué actividad se ha desarrollado desde entonces?

XMIENTRAS TANTOx, la Unesco de Plasencia, única representación extremeña que va a las reuniones nacionales, mantiene convenios con otros centros, y desenvuelve al día contactos corporativos fluidos sobre programas con la Secretaría Nacional y con la representación parisina matriz, implanta por toda Extremadura el Plan de Escuelas Asociadas (PEA); consigue traer al número dos de la Unesco a Extremadura (el Doctor Barbosa, a quien, por cierto, no recibió ninguna autoridad regional ni local), ganando por la mano a Cataluña y a Vascongadas; asiste a concentraciones en Mérida de Escolares por la Paz; colabora en la entrega y concentración de los niños ganadores del Premio Nacional Patrimonito , entregado por la alcaldesa placentina; logra instalar una gran exposición internacional sobre el emperador Carlos V en Plasencia, e intenta llevarla por Extremadura; organiza un Congreso Internacional sobre Gestión del Patrimonio; inicia los primeros pasos para la declaración por la Unesco de Trujillo, Parque de Monfragüe y Plasencia como Bien Mixto Patrimonio de la Humanidad ; asiste a la clausura de las Jornadas Internacionales del 60 Aniversario de la Unesco; organiza Yuste 2008 , con la participación de mancomunidades, organismos nacionales y entidades civiles; colabora en planes para la educación en países de Iberoamérica; participa en campañas de solidaridad con Perú en el programa Comparte Educación ; ayuda en la difusión de un CD (realizado por el responsable del PEA extremeño en cooperación con centros regionales de educación y niños de diversos países y culturas) sobre los derechos del menor; mantiene lazos con la Unesco portuguesa; y un largo etcétera. Todo sin la mínima participación ni ayuda hasta la fecha.

Me pregunto: ¿qué política se sigue desde los departamentos de la cultura regional para apoyar proyectos cuando tan solo son iniciativas surgidas de la ciudadanía? ¿Es necesaria la pertinente acreditación ideológica? ¿Tal vez oficializándolo todo se maneja más convenientemente-?

Pronto la Unesco tendrá mayor presencia en la región gracias a la gestión de la sociedad civil, pero puede que sea a pesar de- . Se van a abrir algunas representaciones más si podemos. En Mérida se piensa hacer alguna actividad compartida con el ayuntamiento, y, en cuanto haya posibilidades, se gestionará abrir una estancia de la Unesco Civil en la ciudad de Badajoz o en Don Benito y La Serena.

Las próximas elecciones afectarán por fuerza a la consejería titular: ¿cambiarán solo las personas?, espero que también ciertos criterios en cuanto a políticas que resultan incomprensibles de simpatías y antipatías.

*Presidente del Centro Unescode Plasencia y Norte de Extremadura