¡Ay,de verdad! Que poca memoria tenemos los españolitos. También hemos sido refugiados cuando una mitad de España perdió en la Guerra Civil. Fuimos emigrantes, con una maleta de cartón, para encontrar una vida mejor para nuestros hijos. Entonces por qué pagamos nuestra frustración, falta de trabajo o trabajo precario, ayudas sociales, etcétera, con la gente que huye de una guerra o inmigrantes que buscan una vida mejor. Nuestro hastío, frustración y rabia hay que dirigirla a los de arriba. A los que tienen en sus manos la responsabilidad de nuestra economía y bienestar. Estamos todos en el mismo barco para remar juntos en la misma dirección, y no para tirar por la borda, a nuestros semejantes nacidos en otro país.

Para mí, personalmente, sólo hay una sola patria. Un mundo sin fronteras y una misma nacionalidad: La humanidad. Si hay que hacer algo, hagamos una motín contra el capitán y sus segundos. Tiremos por la borda a los auténticos parásitos que viven de nosotros.