En un mundo en el que se vive bajo la amenaza constante de hechos como los sucedidos el 11S, 11M, o el 7J, junto al terrorismo independentista, al problema de la inmigración o a las redes de delincuencia organizadas, conviene establecer procesos de modernización y de reforzamiento de las fuerzas policiales, en aras a mejorar la seguridad, y para que nuestra sociedad deje de ser un objetivo de fácil vulnerabilidad.

En 1986 se crea la Ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que, a día de hoy, se hace necesario reformar, ya que se impone una reorganización capaz de afrontar los actuales retos, también en cumplimiento de los imperativos legales formulados por la UE al objeto de evitar esta proliferación de departamentos estancos en los que se ha convertido la institución policial con: Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Autonómica y Policía Local, instituciones que, en muchos casos, tienen ámbitos indiferenciados de actuación que provocan indeseadas yuxtaposiciones.

El Ministerio del Interior cumpliendo con un compromiso electoral, procedió en el Consejo de Ministros del pasado viernes a la creación de una Dirección General con mando único que englobara el cuerpo de Policía y el de la Guardia Civil, con la pretensión de establecer una mayor coordinación; pero este cambio debería ser solamente una excusa o un primer paso hacia una serie de transformaciones encaminadas a la unificación de ambos cuerpos; aunque de momento, sólo se planteen cambios orgánicos, y ambas instituciones sigan funcionando como entidades diferenciadas con estructuras y competencias diferentes.

Se trata de buscar la máxima eficacia posible y evitar aquellas situaciones de descoordinación que se producen cuando cada uno va por su lado, cuando se mantiene una base de datos independiente y poco permeable, cuando se solapan funciones dando lugar a que importantes operaciones corran el riesgo de malograrse por intromisiones e interferencias, cuando se duplican innecesariamente investigaciones, cuando el exceso de celo puede provocar situaciones de rivalidad que pongan en peligro la integridad física de alguno de sus componentes.

En definitiva, se trata de establecer un marco único que coordine la acción, basado en el pragmatismo, y capaz de ofrecer garantías superiores a las que actualmente proporciona el Centro de Coordinación Nacional.

XAUNQUE LAx unificación de ambos cuerpos es algo que no se ha planteado para esta legislatura, esta iniciativa debería favorecer el compromiso de seguir avanzando en terrenos más allá de lo puramente operativo, estableciendo las correspondientes homologaciones en cuanto a salarios, condiciones formativas y materiales, con un similar estatuto, con un parecido régimen disciplinario y sindical, en definitiva garantizando un trato igualitario que evite discriminaciones y agravios, para quienes desempeñan funciones de similares características.

Tampoco estos cambios deben circunscribirse a aspectos meramente formales o nominales, ni a la reestructuración de un organigrama preestablecido, elaborado con el solo propósito antiterrorista, sino que han de tener una consideración general que trascienda a toda la estructura policial, a su organización, a la clarificación de funciones, y a los criterios de intervención; algo con un calado superior al de una simple remodelación política. Es preciso tener en cuenta que es necesario instituir un referente policial único en cada país, alguien a quien recurrir a la hora de establecer las relaciones de colaboración internacional.

El sindicato policial calificó estos cambios como una sorpresa capaz de generar cierto grado de inquietud y desasosiego, mientras que el sindicato de la Guardia Civil consideró esta medida como una manera de optimizar los recursos, de mejorar los servicios y contribuir al avance hacia la unificación de los dos cuerpos. La oposición manifestó su rechazo frontal al considerar que estas medidas se han tomado unilateralmente por parte del Ministerio del Interior sin contar con el resto de las fuerzas políticas, por lo que criticó su falta de oportunidad ante el inminente inicio del proceso de negociación con ETA, e insinuó que detrás pudieran esconderse segundas intenciones.

Actuaciones policiales como la operación Malaya contra la corrupción inmobiliaria de Marbella, la Avispa contra la mafia rusa, la Ballena Blanca contra el blanqueo del dinero, son una muestra palpable y reciente del alto nivel conseguido por nuestra policía. La sociedad debe valorar la profesionalidad de unos agentes que, a menudo, se juegan el tipo en defensa de la seguridad de todos.

*Profesor[,03]

El pasado martes, el cacereño Paseo de Cánovas se convirtió en una sala de exposición al acoger un centenar de obras artísticas de las personas que viven en el Centro de Atención de Minusválidos Físicos de Alcuéscar. Allí se dieron a conocer piezas de orfebrería decoradas, piezas de vidrio, macramé, pinturas, bordados, encuadernados, piezas de carey... Fue una ocasión para mostrar el lado desconocido y menos previsible de las personas que viven en esa institución, que se ha ganado a pulso el crédito y el respeto de los extremeños por la labor que hace. La iniciativa de "exponer" en Cánovas cimenta ese prestigio.