TCton Marruecos, digo. Zapatero , ya desde sus tiempos opositores, decidió esponsales con Mohamed VI y que vivirían ambos en continua luna de miel. Y Moratinos , encantado con la ceremonia, no ha dejado desde entonces de agitar el incensario y proclamar las excelencias de la relación y de loar, al contrario de lo mal que nos llevábamos cuando mandaba José María , lo bien que nos llevamos cuando manda José Luis . Pero de la misma manera que se afirma que dos no se pegan si uno no quiere, dos no se quieren si lo que pretende uno es pegarse. Y nosotros nos llevamos bien con Marruecos, pero Marruecos nos sigue arreando bofetadas. No existe en los hechos, que son los que importan, y hagan las declaraciones ampulosas que quieran, el más leve indicio de cambio de actitud: ni en cuanto a perseguir las mafias de las pateras, ni a ayudar de verdad en la lucha antiterrorista (los del 11-M juegan al ajedrez hasta con sus gendarmes), y ya no digamos a qué bochornoso silencio está sometido Gobierno y PSOE ante su represión feroz y liberticida, contraria a cualquier derecho humano del pueblo saharaui. Los últimos y atroces sucesos son la enésima prueba de cargo. Marruecos es en muy buena medida responsable y hasta instigador de lo sucedido en las fronteras de Ceuta y Melilla. Tanto por su permisividad habitual, como por la brutalidad homicida cuando se decide lo contrario. Ocho muertos, los últimos a tiros, son su última carta en la mesa de la cumbre en Sevilla. Por cierto, ¿cuándo es la manifestación para clamar contra estos asesinatos de esas pobres gentes hambrientas que huyen de la miseria, la guerra y la corrupción de los privilegiados y poderosos de sus países de origen? ¿Dónde están las pancartas progres y los gritos contra el presidente que se sonríe y abraza con quien mandó disparar?

Silencio. Todo sea por llevarnos bien con Marruecos, por no ser como Aznar, aunque al final ya estemos otra vez mandando la Legión, aunque dejemos a ceutíes y melillenses cada vez más abandonados a su suerte y sin que el Rey se haya dignado nunca a visitarlos, no sea que se enfade su primo . Que es eso, hay que tener contento a Mohamed aunque sea a costa de España. Es el precio por llevarnos bien. Y, perdonen, para esto, ¿no sería mejor llevarnos mal?

*Periodista