La semana que viene, la Junta debería presentar el anteproyecto de Ley de Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de Extremadura para 2018. Presumiblemente no será así, ya que el presidente extremeño desconoce aún qué es lo mejor para sus paisanos, si subir o bajar impuestos.

Esta semana el presidente del Partido Popular, José Antonio Monago, se lo ha dejado muy claro a Fernández Vara: la Junta de Extremadura tiene que cumplir aquello a lo que se comprometió y apostar por un modelo que baje impuestos, y no centrarse en subirlos, que es precisamente lo que menos necesitan ahora las familias y las empresas. Es el momento de bajar la presión fiscal y suprimir el impuesto de Sucesiones y Donaciones.

Exigencias totalmente factibles en la actualidad, ya que hay una mejora en la recaudación que permite al señor Fernández Vara cumplir con su promesa de bajar impuestos. Pero, ¿cuánto vale su palabra? Parece que está dispuesto a aprobar nuevas figuras impositivas con tal de agradar a Podemos. Volvemos a ver a un presidente más preocupado por su futuro que por los intereses de todos los extremeños.

Ambos partidos especulan sobre la subida del impuesto de la gasolina y el gasóleo. Un impuesto que grava indiscriminadamente, y que afecta a empresarios y autónomos especialmente, justo cuando empezaban a ver la luz después de la crisis. Un impuesto que afecta a la mayoría de los extremeños que necesitamos el coche para ir a trabajar. En definitiva, un impuesto que permite a la Junta recaudar más a costa del sacrificio, una vez más, de los extremeños.

Este, entre otros asuntos, se está fraguando en las reuniones entre Vara y Podemos. No sabemos si estos acuerdos con Podemos serán a cuenta de un posible apoyo en unas futuras elecciones. Dicen que aquellos que no conocen el valor de la lealtad, nunca podrán apreciar el precio de su traición. Durante la negociación de los dos presupuestos aprobados en esta Legislatura, el PP ha sido leal a los ciudadanos y ha actuado pensando más en Extremadura que en estrategias políticas.

El presidente de la Junta debería apreciar esta lealtad y cumplir lo que un día prometió. Hágalo por Extremadura.