La espectacular, e inesperada por su amplitud, victoria de Vara puede ocultar una realidad: la acción política es una tarea colectiva. Es cierto que han existido hombres cuyo carisma explica por sí solo una época pero la mayoría de las páginas de la historia las han escrito hombres normales, incluso mediocres, que han sabido formar equipos, se han visto acompañados de avispados consejeros, de gestores capacitados y han sido favorecidos por las circunstancias socioeconómicas. La victoria de Vara no se debe exclusivamente a sus dotes personales, ni a los efectos de una foto. Presentarse como heredero, partícipe y continuador de una tarea ha resultado ser un éxito pues los votantes han premiado una trayectoria de dos décadas, han recordado los éxitos de la Junta en estos años y han olvidado sus errores. Se ha visto arropado por el partido en todo momento. Es cierto que su prestigio y su poder han aumentado y por lo tanto tiene un amplio margen de maniobra, pero sin el partido no sería nadie. De ahí que tiene las manos libres ... relativamente. Los ecos de su victoria deben darle alas pero no confundirle.

Es significativo que desde dentro del propio PSOE se hable de sacar la escoba . Parece que existe unanimidad acerca de la necesidad de ensombrecer ciertos nombres y alumbrar otros nuevos. Lo difícil es concretarlos pues nunca se hará a gusto de todos. Puesto que en política el poder lo dan los votos, hay alcaldes que no pueden ser olvidados. Dado que también son necesarios los fontaneros , se debe contar con personas capacitadas para hacer el llamado juego sucio , movilizar y reunir adhesiones, en lo cual la experiencia es un grado. Ya que se ha de gobernar, resulta imprescindible rodearse de gestores e ideólogos con grandeza de miras, que los hay en el partido y en sus cercanías, pues con las medianías no saldremos de la pequeñez. Encajado el puzzle restará hacerlo visible y concederle el poder a través de un congreso que sea la consagración del comienzo de una nueva época. En todos estos pasos se verán sus hombres pero también los que sin ser suyos han de perdurar para garantía de su propia permanencia. Porque también él habrá de pagar algunos peajes.

XUN PORTAVOZx del PP reflexionaba sobre los resultados y constataba que las vallas del paleto, la refinería y ETA no habían movido al voto. Es tal la importancia que daba a las propuestas de su partido que ni siquiera las citaba. ¿No será que el abuso de esos temas ha ocultado el programa? Cuando al elector se le pedía que cambiara, este podría preguntarse ¿a qué? ¿A no dialogar con ETA? Como si Floriano , o Vara en su caso, tuvieran alguna relevancia en ese supuesto diálogo o sus opiniones fueran decisivas para formar la decisión de Rajoy o Zapatero al respecto. Por otra parte, sobre un tema tan complejo como el de la refinería es impensable pedirle a los ciudadanos corrientes un pronunciamiento razonado y definitivo. Es posible que los ciudadanos de a pie tuviéramos dudas respecto al impacto electoral que tendría la tan mentada refinería, pero un partido serio está obligado a saberlo fehacientemente. Aunque si los sondeos, si es que los han hecho, tienen la misma perspicacia que sus encuestas más vale que cambien de asesores, de encuestadores y de intérpretes de encuestas. Puesto que en política los errores se pagan con dimisiones, estas no tardarán en llegar, pero los problemas de los populares van más allá de las personas. En primer lugar han de acabar con el cainismo, lo cual por estos pagos suena a utopía. En segundo lugar, acercarse a los problemas de la gente y proponer soluciones. Pero sobre todo están obligados a hacerse ver como una alternativa posible e ilusionante.

El drama de IU puede que acabe de comenzar. Ni siquiera la estelar aparición televisiva ha logrado movilizar el voto a su favor, lo cual hace pensar que tienen un techo y este es tan bajo que tan solo les augura ser las muletas de algunos alcaldes del PSOE. Además, si los electores castigan las divisiones de los partidos, estas se tornan trágicas en los pequeños. Quizás fuera necesario aplicar a su propia organización las propuestas que hacen a los ciudadanos: democracia participativa y claridad.

Parece que entramos en una etapa que buscará consensuar los temas que más inciden en la vida de los ciudadanos. Es una buena noticia que todos estén dispuestos a dialogar y pactar. Quizás echemos de menos la participación de IU. No su voz, que esperamos escucharla aunque sea en los medios.

*Profesor