Escritor

He llegado a un techo infranqueable que no me deja soportar ni un día más Operación triunfo. Estoy harto de tanto beso y tanto abrazo falso, mientras se despellejan a llamadas estos muchachos donde al final llega un hortera que les ofrece el oro y el moro por su voz gangosa. Pero, lo que resulta superior a mis fuerzas, es este presentador que abraza a todas ellas mientras les dice "venga bonita", que me desquicia por toda la noche. Insufrible es todo, pero en particular Nina, aznarista o vida paralela de Aznar, que no para de dar consejos, que te asendera la vida avisándote de todos los males presentes y futuro, palo de ciego que te anuncia una escalera o la vuelta de una esquina, estrecha como ella sola que no se ha dado en público ni un sólo morreo ni con el profesor de declamación, que de sólo oírlo da calambre. Y así una noche y otra, ¿hasta cuándo, Dios mío, hasta cuándo? Y ahora vendrán las elecciones para Eurovisión y se solidarizarán todos y volverán a hacer el ridículo que hicieron el pasado año con José Luis Uribarri, que aún no ha salido, pero saldrá y nos ocultaremos bajo las piedras.

Y después Rosa de España, con ese lenguaje semiclandestino de familia huidiza, y ahora de cancerbero su hermano, que la acompaña en Barcelona, que esta muchacha al paso que va se va a quedar para vestir santos, o tendrá que echar un polvito echándole matarratas al hermano obeso en un yogurt o sencillamente tendremos alguna historia rara detrás de estos hermanos canarios que me recuerdan la postguerra española cuando te podías exhibir si se te caían los michelines por el bajo vientre o todo lo contrario, que cuanto más delgado mejor tocabas la trompeta, que ésa era la operación triunfo de Franco: darnos todos los años el Desfile de la Victoria, con lo que en definitiva no adelantamos nada, y siempre estamos con alguna operación triunfo, hasta que la cosa explota, como en la entrega de los Premios Goya, que ha sido un poner pie en pared, porque de haber aparecido Almodóvar sólo se hubiera hablado de él, siendo como es otra operación de calado profundo.

Bendita sea la rabia que del tronco sale morená saladá. Hasta que salió Lolita y la raza lo jodió todo.