XLxa verdad sobre el 11-M. Con este título el presidente del Gobierno en funciones, José María Aznar, con la vista puesta en la opinión pública norteamericana, ha escrito en el periódico conservador The Wall Street Journal un largo relato sobre lo que piensa que ha ocurrido en esos cuatro días que, en cierto modo, han cambiado la reciente historia de España. La tesis de señor Aznar es que sus oponentes políticos han mentido, han manipulado y han utilizado a la opinión pública contra él y su Gobierno; que el engaño ha suplantado con éxito a la verdad y que, para terminar, "la mendacidad" han desviado toda la ira y la rabia de la ciudadanía contra "un Gobierno que estaba trabajando duro".

Dos semanas después de la mayor tragedia que ha ocurrido en este país desde el final de la guerra civil y, sin duda, también, el mayor atentado en la historia europea después de la segunda guerra mundial, el señor presidente del Gobierno que se va, sigue sin enterarse de nada. Sigue sin enterarse de que los principales periódicos de medio mundo (incluido los norteamericanos) continúan insistiendo en lo que Le Monde ha bautizado como "mentira de Estado". Sigue sin enterarse del malestar de los servicios de inteligencia europeos sobre la mala gestión de la crisis. Sigue sin enterarse de declaraciones de importantes responsables de servicios de información que han declarado que agentes del propio CNI (Centro Nacional de Inteligencia) han asegurado que fueron forzados a seguir la pista de ETA mucho más de lo razonable.

Una vez enterrados nuestros muertos y tras los funerales de Estado el miércoles es importante saber la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. No se puede resolver todo con un relato exculpatorio en The Wall Street Journal , una patética entrevista en Tele 5, una acusación a la oposición ("Pancarteros, comunistas y separatistas", según palabras del propio Aznar en uno de sus últimos mítines) y un chivo expiatorio encontrado, de pronto, en el grupo Prisa (SER, El País y Canal Satélite Digital) como mezcla de todos los males que le han sucedido al PP.

Creo que, efectivamente, el señor Aznar, que en muchos aspectos ha sido un buen presidente del Gobierno, merece salir con honor. Salió con honor Adolfo Suárez dimitiendo de su puesto. Salió con honor Leopoldo Calvo-Sotelo después de un golpe de Estado y un juicio a los militares del 23-F que muy pocos creían que se podía celebrar. No dejaron salir con honor a Felipe González porque se utilizó todo, absolutamente todo, para desalojarlo del poder convirtiéndolo también en "chivo expiatorio" de cualquier tipo de mal.

Y para salir con honor lo primero que tienen que hacer el señor Aznar y, sobre todo, su partido, es pedir una comisión de investigación en el Parlamento en cuanto se constituyan las Cámaras para que se conozca la verdad. Con todos los informes policiales encima de la mesa, con todos los informes del CNI, con todas las comunicaciones verbales que existen entre el Gabinete de crisis, el ministro de Interior, el ministro de Defensa y el propio presidente del Gobierno. Con todos los datos y con todos los horarios. Y, cómo no, con la comparecencia, si tanto interés hay, de los máximos responsables de los periódicos que fueron inducidos al error por el propio presidente y, también, con los máximos responsables de la SER a los que se acusa directamente de manipulación y engaño. Ni Aznar ni su partido se pueden negar. Esta misma semana hasta Powell, secretario de Estado norteamericano, ha prestado declaración ante la Comisión del Senado que investiga los acontecimientos del 11-S.

El 11-M ha sido nuestro 11-S y, enterrados nuestros muertos, tenemos derecho a saber toda la verdad, pase lo que pase.

*Periodista.