Irrumpe ahora un programa de TV, de la mano de Ibáñez Serrador, que tiene como leit motiv la lectura: Un, dos, tres, a leer esta vez . Con el talento de siempre, ha puesto el dedo en algo que es evidente: cada vez se lee menos en Extremadura. Y esto a pesar de que los libros se siguen vendiendo y de esas colas en pos de la firma del escritor famoso, en una feria del libro. Por su parte, Umberto Eco, dirá: el mundo está lleno de libros preciosos que nadie lee .

Se esgrimen, entre las causas, la invasión televisiva y esas videoconsolas que llenan el ocio de los niños y adolescentes extremeños. Sus escasas lecturas han de repercutir en una pobre preparación lingüística y en la falta de cultura de no pocos mayores, que, absortos ante la caja tonta , se deleitan con historias de alcoba e incidentes de famosillos, que no cesan de intercambiarse denuncias sonrojantes... Leer, leer, y bien. Con sosiego y deleite. Pues, como se ha dicho, la lectura es a la mente lo que el ejercicio al cuerpo. Se lee poco. No hay tiempo para ello, pues se dedica a otras cosas que no requieren concentración. Craso error. Eso sí, saber elegir y saber leer. Y que el grosor del polvo de nuestros libros sea cada vez menor. Eso será señal de que abrimos sus páginas. De ahí que siempre será de provecho poner un libro en la mesilla de noche, en la maleta de viaje... Su grata compañía nunca nos defraudará.